.Orlando Guevara Núñez
En
este pensamiento martiano queda claro un concepto: el valor de la honra es
superior al valor del dinero. Y es severo Martí en el criterio sobre quienes
actúan de forma opuesta a ese principio.
El
mismo lo argumenta: “Ciertas palabras se
deben reservar fríamente para marcar en
el anca con ellas a los malvados que pretenden salvarse de los deberes del
sacrificio necesario, o remendar la vanidad malherida, con calumnias de que
suelen, con superior decoro, retraerse los salteadores de caminos”.
Junto
al pensamiento citado, otro. “Más bandolero es aún quien roba honras útiles a
la patria que quien roba honras privadas” “El más punible de los delitos es aquel que lastima, o
trata de oscurecer, una fama o una pureza útil a la patria”.
Tanto hiere a Martí la conducta condenada,
que vierte otro criterio; “Acaso es el
único delito que justifique, por la extensión del mal, la pena de muerte: el de deshonrar, o perturbar, las fuerzas
útiles al rescate y purificación del pueblo en que nacimos”.
Estas palabras están contenidas en un
artículo titulado Un bandolero,
publicado en el periódico Patria, el
24 de noviembre de 1894. Está desmintiendo a un individuo que en
La Habana difundió la patraña de que “el señor Martí lo fue a ver a Saratoga, y
a pedirle dinero para la Revolución, que el señor Martí recibió de él la oferta
de unos cientos de pesos, y le respondió que persona de su caudal no debía dar
cientos, sino miles; que airado el señor Martí, con su negativa, levantó la
vista, anunciándole que le había de pesar”.
Afirma nuestro Héroe Nacional que es
falso el testimonio, que ni él, ni el
Partido Revolucionario Cubano han pedido dinero a nadie. El hombre miente,
dijo.
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