.Orlando Guevara Núñez
Cuando en los años 1960 y 1962, el Ministerio de
Colonias Yanquis (OEA) primero sancionó y después expulsó a Cuba de esa
nauseabunda organización, las oligarquías gobernantes en América Latina se
sumaron a la ignominia.
El objetivo declarado era aislar a la Revolución
cubana, desacreditarla, debilitarla, hasta destruirla. Se perseguía despejar el camino hacia una intervención
norteamericana en Cuba. La OEA fue punta de lanza en aquellas sucias maniobras
que se estrellaron contra la firmeza de un pueblo dispuesto a defenderse a
costa de su propia vida.
Hoy aquel capítulo vergonzoso se repite contra el
hermano pueblo de Venezuela. El mismo papel de sumisión de la OEA; las mismas mentiras, el mismo
maridaje con la contrarrevolución interna, la misma traición de gobiernos
latinoamericanos que por soborno o por miedo al imperio norteamericano se han sumado a la agresión contra un pueblo
hermano.
Pero la historia del fracaso frente a Cuba se
repetirá también en Venezuela. Y ya está siendo igual la realidad de gobiernos que traicionaron al país agredido, pero sus
pueblos no abandonaron nunca, ni aislaron a quienes fueron capaces de sostener
sus verdades y resistieron en nombre suyo y de toda la América de Bolívar y de
Martí.
No es casualidad que las cunas de esos dos grandes
próceres y de sus continuadores, Fidel y Chávez, hayan sido las agredidas por
el mismo enemigo: el imperialismo norteamericano.
Para los nuevos cómplices de hoy, sumados a la OEA
para tratar de destruir la revolución bolivariana, parecen dichas estas
palabras de nuestro Héroe Nacional, José Martí, el 3 de abril de 1892, en su
escrito El Partido Revolucionario Cubano:
¡A la mesa del castigador no puede
sentarse con honra, sino sin honra, ningún hermano del castigado!
Y para quienes censuraron a Cuba y hoy censuran a
Venezuela por armar a su pueblo para defenderse, parecen también dichas, en
igual fecha, estas palabras martianas:
“ A puerta sorda hay que dar martillazo mayor, y en el mundo hay aún puertas sordas. Cesen los soberbios y cesará la necesidad de levantar a los humildes”.
“ A puerta sorda hay que dar martillazo mayor, y en el mundo hay aún puertas sordas. Cesen los soberbios y cesará la necesidad de levantar a los humildes”.
Continuidad de ese pensamiento de José Martí, fue la
afirmación del Comandante en Jefe Fidel Castro, el 26 de septiembre de 1960,
ante la Asamblea General de la ONU: ¡Desaparezca
la filosofía del despojo y habrá desaparecido la filosofía de la guerra!
Mala suerte para el imperio y sus cómplices que el
pueblo de Venezuela, como el de Cuba, está aplicando, el mismo principio
enunciado por Fidel en el mismo evento de las Naciones Unidas:
“(…)
Nuestro pueblo que ha aprendido en esta escuela de
los últimos acontecimientos internacionales, sabe que a última hora, cuando su
derecho ha sido negado, cuando sobre él se enciman las fuerzas agresivas, le
queda el recurso supremo y el recurso heroico de resistir, cuando su derecho no
sea garantizado ni en la OEA ni en la ONU”.
Cuba venció. Venezuela está venciendo. Los dos
seguirán triunfando.
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