.Orlando Guevara Núñez
En Cuba, el mejor regalo que ha recibido la mujer es la
Revolución triunfante del 1ro. de enero de 1959, dirigida por el Comandante en
Jefe Fidel Castro Ruz. Puede decirse que en nuestro país, el 8 de marzo resume
el homenaje de todos los días del año a la mujer.
Fue la Revolución quien garantizó que nuestras mujeres dejaran
de parir hijos para la esclavitud y para sufrir por ellos bajo el oprobioso
sistema capitalista.
La Revolución eliminó la represión de una cruel
dictadura, bajo la cual miles de personas eran asesinadas, torturadas,
perseguidas, encarceladas y vejadas. Centenares de mujeres perdían a sus hijos,
esposos, hermanos, padres y otros familiares.
La Revolución erradicó el analfabetismo. Ninguna madre
sufre la carencia de ese derecho para sus hijos, el cual se recibe totalmente
gratis en todos los niveles de la enseñanza.
La Revolución eliminó los desahucios que junto a su
familia sufría la mujer cubana. Eliminó el desempleo. Desterró para siempre los
desalojos campesinos que lanzaban a las familias a los caminos reales, a merced
del frío, del agua, del sol y de la más espantosa miseria.
Con la Revolución, las madres dejaron de sufrir la
angustia de ver a sus hijos enfermos –y a veces morir- sin asistencia médica y
sin medicinas. Ese derecho es ahora de todos, de forma gratuita y eficiente.
El dolor de las madres que sufrían al no tener alimentos
para mitigar el hombre de sus pequeños hijos, y los dormían con el estómago
vació, fue para siempre erradicado.
La cultura, el deporte y la recreación, pasaron a ser,
con la Revolución, patrimonio de todo el pueblo.
Con el triunfo de enero de 1959, la mujer dejó de ser
discriminada y tuvo la oportunidad de ascender en la vida económica, política y
social.
En la Cuba pre revolucionaria, más de 100 000 mujeres
cubanas estaban obligadas por sus penurias económicas a ejercer la prostitución, mal que erradicó la Revolución. Hoy, quienes
practican ese hábito, lo hacen no por necesidad, sino por corrupción, y aún
así, la sociedad tiene mecanismos para ayudarlas y convertirlas en ciudadanas
con plenos derechos a una vida digna y decorosa.
La Revolución erradicó las drogas y los juegos ilícitos,
causantes de graves males en el seno de las familias, principalmente sufridos
por las mujeres.
Ese regalo ha sido necesario no solo forjarlo, sino también defenderlo. Y
en ese empeño la mujer cubana ha marchado en primera fila, consciente de que
solo la Revolución socialista podrá garantizar la obra conquistada.
Muchas otras razones podrían sumarse a las expuestas.
Pero ellas lo saben. Y es ese el regalo que los cubanos les seguiremos haciendo
todos los días, especialmente cada 8 de marzo, en que el homenaje es siempre
acompañado de una flor, un beso y una felicitación nacida de los más sublimes
sentimientos.
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