viernes, 3 de marzo de 2017

Cuba, un pueblo de ¡Patria o Muerte!




.Orlando Guevara Núñez

El  4 de marzo es una fecha luctuosa para el pueblo cubano. Y es, a la vez, una fecha gloriosa, expresiva del espíritu de combate y de victoria.
Ese día de 1960, nuestro pueblo fue víctima de uno de los más abominables actos de sabotaje ejecutados por la Agencia Central de Inteligencia  (CIA) del gobierno de los Estados Unidos: la explosión, en el muelle de La Habana,  del vapor francés La Coubre, que descargaba armas adquiridas por Cuba en Europa, con el fin de defendernos de los constantes actos terroristas y amenazas de agresión provenientes del imperialismo norteamericano.
El  crimen costó la vida de 101 cubanos y seis marinos franceses, dejando centenares de heridos. El sabotaje se preparó en el punto de embarque hacia Cuba y se hizo de forma que se produjeran dos explosiones, con el fin de que la primera sirviera de motivo de atracción de más personas que acudieran al salvamento y cayeran fulminados por la segunda.
Eran los días de constantes sabotajes, de formación de bandas contrarrevolucionarias organizadas, financiadas y dirigidas por la CIA; de vuelos constantes de avionetas quemando cañaverales, de infiltraciones de grupos armados en territorio cubano,  de acciones combinadas con medidas contra la economía, con la propaganda mendaz y las calumnias contra la Revolución.
Con ese acto terrorista  se quería impedir que el pueblo recibiera armas para defender sus conquistas. Y lo que lograron fue que el pueblo fortaleciera más su decisión de preservar su libertad al precio que fuera necesario.
Al siguiente día de aquella barbarie, el 5 de marzo de 1960, durante el entierro de las víctimas de la explosión,  en medio del luto y el dolor, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó:
“Y sin inmutarnos por las amenazas, sin inmutarnos por las maniobras, recordando que un día nosotros fuimos 12  hombres solamente y que, comparada aquella fuerza nuestra con la fuerza de la tiranía, nuestra fuerza era tan pequeña y tan  insignificante, que nadie habría creído posible resistir; sin embargo, nosotros creíamos que resistíamos entonces, como ­creemos hoy que resistimos a cualquier agresión.  Y no solo que sabremos resistir cualquier agresión, sino que sabremos vencer cualquier agresión, y que nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad  o la muerte.  Solo que ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir patria.  Y la disyuntiva nuestra sería patria o muerte”
Desde ese día, nació la consigna de  ¡Patria o Muerte! que  identifica a nuestro pueblo heroico y lo ha acompañado  no solo en los momentos difíciles relacionados con la defensa, sino también en todo lo relacionado con los deberes patrios, internacionalistas y antiimperialistas.
Esa sigue siendo la disyuntiva de un pueblo que  prefiere  morir de pie antes que vivir de rodillas. Fueron esas las primeras palabras que escucharon los mercenarios que desembarcaron por Playa Girón y a los que el pueblo fulminó en menos de 72 horas.
Y debían aprender los enemigos la lección de que esa consigna, en cada momento, se traducirá en acción. Porque el pueblo cubano es  y será siempre, un pueblo  de ¡Patria o Muerte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario