viernes, 30 de septiembre de 2016

¿Cuál realidad puede mostrar World Learning a sus “becados cubanos”?




.Orlando Guevara Núñez
La careta de World Learning, acompañada de la utilizada por la embajada de los Estados Unidos en La Habana, rodó por el piso. Uno se pregunta si esta institución, llamada no gubernamental, no sentirá por lo menos pena, al seguir utilizando ese nombre. Y es motivo también de curiosidad saber si la representación diplomática estadounidense en Cuba estará inciando otra cadena de provocaciones y de actos ilegales que se sumen al bochornoso bloqueo que sigue en pie, pese al restablecimiento de las relaciones entre ambos países.
En estos días, el estudiantado cubano le ha dado una lección a los agentes del imperio. Y ha demostrado que el supuesto “eslabón débil” de la Revolución, es un firme pilar del socialismo en Cuba. Ese plan de “becas” de verano ha sido catalogado por sus promotores como “una inversión” midiendo a Cuba con el rasero aplicado a otros países donde han obtenido algunos éxitos.
Sus sueños de subversión en Cuba con su “primavera” en algunos países y su “revolución de colores” en otros, encubriendo con esos calificativos el verdadero fenómeno: contrarrevolución, desestabilización, terrorismo, derrota de los movimientos progresistas y defensa del neoliberalismo, están condenados al mismo fracaso del bloqueo.
Y hay una razón que va mucho más allá de lo que se diga. Es la razón de lo que existe en Cuba. Un sistema que garantiza absolutamente para todos sus ciudadanos el derecho y la oportunidad gratis al estudio, a los servicios de salud, a la formación cultural, a las prácticas del deporte y la recreación. Un país sin discriminación racial ni de ningún otro tipo. Donde las instituciones armadas y de orden público son parte del mismo pueblo, sin una sola tortura, ni un solo desaparecido, ni un solo asesinato.
Un país donde nadie queda desamparado, donde el Estado asume la responsabilidad por cada persona desvalida, cueste lo que cueste. Un país donde se aplica el legado de nuestro Hëroe Nacional, José Martí, expresado en su deseo de que La ley primera de la República sea el culto de todos los cubanos a la dignidad plena del hombre.
¿Qué podrían, desde los Estados Unidos, enseñar a los jóvenes cubanos? Acaso las “bondades” de un sistema donde millones de jóvenes no tienen acceso a la educación, y los que llegan a graduarse en una universidad salen con deudas que al cabo de muchos años lo que han hecho es aumentarse por los intereses de los préstamos?
¿Le podrán hablar de “oportunidades” a nuestros jóvenes,como las tienen ellos para millones de los suyos: oportunidad para ser víctimas de la drogadicción, de la prostitución, incluso de la pobreza?. Y nadie se extrañe de la palabra pobreza en Estados Unidos, porque existe – y reconocida por sus propias instituciones dedicadas a esos análisis - como demostración de que lo determinante para el bienestar de todos los habitantes de un país no es la riqueza que posea, sino la forma en esté distribuida.
La esencia de ese y otros programas subversivos liderados por el gobierno de los Estados Unidos, es eliminar todo cuanto no esté en correspondencia con sus intereses de explotación y de dominio. Tal vez le sería más productivo dedicar los millones utilizados con ese fin, a por lo menos aliviar las muchas desigualdes internas y las de millones de norteamericanos que hoy no pueden ni siquiera soñar con la atención,en todos los órdenes, que poseemos todos los cubanos.
Cierto es que tenemos aún limitaciones económicas. No son defectos del socialismo, como los enemigos de la Revolución quieren pintarlas. Nuestro socialismo nació bloqueado y continúa bloqueado. Cualquier país capitalista, con ese asedio, con esa guerra económica,comercial y financiera, víctima de agresiones armadas, de sabotajes, de intentos de aislamiento, incluso de guerra biológica, no habría podido resistir mucho tiempo.
Esa verdad no es ignorada por nuestra juventud. La edad de los comprendidos en la captación para ese plan subversivo, indica que sus padres- en muchos casos también sus abuelos- han vivido siempre bloqueados. Y eso determina que el país, pese al cerco criminal, les ha proporcionado lo necesario para vivir con decoro, pero no ha podido ofrecerles otros beneficios a los que con toda la lógica aspiramos.
Hacia ese objetivo marchamos. Haciendo los cambios necesarios, los que necesitamos y convienen a nuestro pueblo, no los que necesitan y convienen a nuestros enemigos. Nuestra juventud estudiantil, está demostrando que no es ajena a las intenciones imperiales, ni está de espaldas a la historia y a la gloria que hemos vivido los cubanos en este más de medio siglo de lucha. Aunque World Learning, la embajada de Estados Unidos en La Habana y el gobierno imperial norteamericano se empeñen en no reconcerlo.

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