lunes, 5 de octubre de 2015

Estados Unidos contra Cuba Dos victorias cubanas en un mismo octubre



.Orlando Guevara Núñez
Octubre de 1962, está registrado en la historia del conflicto entre Cuba y los Estados Unidos –podría decirse mejor, en la guerra de Estados Unidos contra Cuba- como un momento trascendente para todo el mundo. Tuvo lugar la llamada Crisis del Caribe o Crisis de Octubre, motivada por el pretexto imperial de la instalación en territorio cubano de los cohetes soviéticos de largo alcance. . Subrayo lo de el  pretexto de los cohetes, porque el intento de derrocar a la Revolución  tenía planes muy concretos para  realizarse en ese  propio mes.
Bloqueo naval, amenaza de exterminio nuclear.  Innumerables planes agresivos. Toda la fuerza de un imperio, enfilada contra un pueblo pequeño.
Y de nuevo el pueblo a las trincheras. Las mujeres a suplir el puesto de los combatientes movilizados. Los estudiantes preparándose para combatir. La agresión era inminente. Sabíamos el peligro de exterminio que se cernía sobre nosotros. Pero mientras más crecían las posibilidades de un ataque a nuestro suelo, más se agigantaba la decisión de defendernos hasta el último aliento. Y todo ello sin perder ni siquiera la alegría que nos identifica.
Seguíamos con atención todas las noticias. No perdíamos detalles sobre las orientaciones de nuestro Comandante en Jefe. En ningún momento disminuyó la confianza en la dirección de la Revolución. Con nuestro máximo jefe compartimos la idea de instalar aquí los cohetes y el desacuerdo con que los desmantelaran.
Apoyamos el principio de no permitir ninguna inspección enemiga sobre nuestro territorio, de rechazar todo tipo de chantajes. Y vibramos de patriotismo el día que un avión espía U-2 fue derribado cuando volaba sobre el indómito Oriente. Y más profunda fue la emoción cuando Fidel, valorando la grandeza de aquellos momentos, dijo que más que nunca se sentía orgulloso de ser hijo de este pueblo. Nosotros, desde luego, nos sentíamos orgullosos de Fidel y dispuestos a seguirlo hasta el final. La definición de ese fenómeno, de ese sentimiento individual y de pueblo, la encontré después en una afirmación hecha por Fidel, acerca de que nuestros misiles morales no podrían  ser desmantelados jamás.
En Playa Girón nos habíamos enfrentado a una Brigada mercenaria  y salido victoriosos. Durante la Crisis de Octubre, el enfrentamiento era contra el propio gobierno de los Estados Unidos, quien sabíamos poseía los medios para una destrucción total. Y también vencimos. En Girón vencimos con las armas y la sangre derramada. Ahora vencíamos con la moral y las ideas.
Analizando hoy aquella epopeya gloriosa, vale la afirmación de que preservamos la vida porque fuimos capaces de arriesgarla. Es una lección con vigencia para todos los tiempos.
En aquel momento, Fidel planteó, como condición para una paz duradera entre Cuba y los Estados Unidos, cinco puntos que hoy, a más de medio siglo, mantienen , en lo fundamental, su vigencia, aún cuando se han restablecido las relaciones diplomáticas entre ambos países: Cese del bloqueo económico, cese de todas las actividades subversivas, cese de los ataques piratas, cese de todas las violaciones de nuestro espacio aéreo y naval, y la retirada de la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo.
Lo cierto es que, con cohetes o sin cohetes instalados, el gobierno imperialista de los Estados Unidos se había propuesto – y ponía en práctica un vasto plan de actividades para lograrlo- el derrocamiento de la Revolución cubana en ese mismo octubre.  Documentos ya desclasificados, ponen en voz del propio gobierno imperialista sus planes, integrados en el llamado Proyecto Cuba u Operación Mangosta, puesto en práctica  después del descalabro sufrido en Playa Girón.
Fue un proyecto criminal, de apoyo total a la contrarrevolución, de sabotajes, de  vuelos piratas causando pérdidas económicas y de vidas humanas,  dearreciamiento  del bloqueo, de planes de atentados a dirigentes de la Revolución, de calumnias, amenazas, de intentos de aislamiento.
En la Operación Mangosta, cifró el gobierno norteamericano sus esperanzas de destruir totalmente a la Revolución, en un plazo de ocho meses, con un cronograma que de marzo a octubre de 1962 así se definía:
MARZO: inicio de las acciones; ABRIL-JULIO: Fortalecimiento de las actividades clandestinas. 1ro. AGOSTO: Desencadenar los mecanismos para la sublevación;  AGOSTO-SEPTIEMBRE: Incremento de las acciones subversivas; OCTUBRE: Revuelta generalizada;  FINALES DE OCTUBRE: Reconstrucción del gobierno cubano.
Desde luego que este plan contaba con una medida calculada: la intervención militar norteamericana en nuestro país. Y así, por el propio gobierno agresor, estaba definido:  Estados Unidos apoyará y sostendrá la rebelión en Cuba con todos sus recursos, incluyendo el uso de su fuerza militar para garantizar la sustitución del régimen comunista por un nuevo gobierno adecuado para Estados Unidos.
El cronograma establecido, no tomó en cuenta un factor determinante: el heroísmo del pueblo cubano, la inteligencia y audacia de nuestros órganos de la Seguridad del Estado,
y la capacidad y prestigio de la dirección de la Revolución.
Fueron largos meses de lucha que costaron vidas cubanas, innumerables recursos, vigilia constante.
Al final, el mes de octubre de 1962  fue escenario del bochornoso fin de la Operación Mangosta, que sucumbió junto a los dramáticos momentos de la crisis que tomó el nombre de este mes. Resumiendo: dos victorias cubanas concretadas en un solo octubre. Esos hechos demuestran que no solo con el bloqueo, ha tratado el imperio norteamericano de doblegar al pueblo cubano. Y el fracaso ha sido total.

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