viernes, 1 de mayo de 2015

El “milagro” de “los Castro”



.Orlando Guevara Núñez

Con frecuencia, los enemigos de la Revolución  repiten su gastado epíteto de “la tiranía de los Castro”.  Es una campaña que inunda al mundo. Mas, en lugar de credibilidad, ganan cada vez el rechazo de millones de personas; y el ridículo crece en magnitud.
¿Qué tiranía lograría movilizar a millones de personas en apoyo a su política y al sistema social  establecido? ¿Cómo podría  lograr que millones de ciudadanos desfilen  alegres,  coreando consignas revolucionarias, que desafíen la lluvia o el sol, que recorran largas distancias a pie, que se acompañen de sus familiares, incluyendo los niños?
¿Qué tiranía podría juntar de manos a los obreros, campesinos, estudiantes, soldados, a  todo un pueblo,  bajo la idea de defender el socialismo, de predicar y ejercer solidaridad con todos los trabajadores del mundo en un día tan significativo como el  1ro. de Mayo?
Ese “milagro” de la “tiranía de los Castro”  es el mejor  desmentido a quienes esgrimen tal calumnia.
Fidel y Raúl  siguen y seguirán movilizando al pueblo porque siempre han marchado al frente de él, desde los días gloriosos de la insurrección, la victoria revolucionaria y la construcción y defensa de la sociedad socialista cubana.
Fidel y Raúl  arriesgaron su vida cuando el 26 de Julio de 1953, con el asalto al Moncada, iniciaron la última etapa de lucha del pueblo cubano por su verdadera libertad e independencia. Los dos sufrieron  prisión primero y los rigores del exilio después. Juntos regresaron a Cuba como expedicionarios del Granma, para reiniciar la lucha armada. Condujeron la guerra revolucionaria contra la tiranía batistiana y encabezaron la victoria del 1ro. de enero de 1959. Por eso, son legítimos héroes cubanos.
Fidel y Raúl, como lo demuestra la historia, han  multiplicado en la paz las heroicidades de la guerra.
¿Qué tiranía podría entregar la propiedad de la tierra a los campesinos, eliminar el latifundismo, fomentar el cooperativismo agrícola bajo el principio de la más respetada voluntariedad y erradicar la miseria en todo el campo, como lo hizo la Revolución?
¿Qué tiranía podría convertir la salud y la educación  en  patrimonio gratuito de todo el pueblo, eliminar el analfabetismo y lograr que su país tenga los índices más altos en el mundo de médicos por habitante y maestros por alumnos?
¿Podría una tiranía lograr la eliniminación de los monopolios nacionales y extranjeros y convertir al pueblo en dueño de sus recursos naturales?
¿Podría  ser dominado por una tiranía un pueblo que  por convicción y vocación internacionalista  aportó a casi 400 000 de sus hijos a la lucha independentista en Africa y en otras latitudes del mundo, trayendo de esas tierra solo el tesoro de nuestros muertos, la satisfacción del deber cumplido y el cariño de nuestros hermanos de lucha?
¿Podría obligarse a miles de maestros a marchar a otros países, a brindar la luz de la enseñanza, en difíciles condiciones de vida y de trabajo con el solo incentivo de luchar contra las tinieblas del analfabetismo?
¿Cómo podría un gobierno tiránico lograr  que decenas de miles de médicos marchen a decenas de países, en lugares casi inhóspitos, a  exponer su vida para salvar la de otros?
¿Qué tiranía se atrevería a armar al pueblo y prepararlo para la defensa de la Patria, como lo hizo la Revolución cubana desde los días iniciales del triunfo?
¿Qué gobierno tirano se atrevería a enfrentar al imperio más poderoso, más agresivo y criminal que registra la historia de la humanidad, y que lo haya hecho con el apoyo y el protagonismo del pueblo?
¿Qué gobierno tirano podría sostenerse en el poder frente a un bloqueo como el que sufrimos los cubanos hace más de medio siglo? ¿Qué gobierno no popular habría podido derrotar  a las bandas armadas creadas, armadas y financiadas por el gobierno de los Estados Unidos y su Agencia Central de Inteligencia? ¿Cuál  habría sobrevivido a la Crisis de Octubre de 1962, cuando los cubanos fuimos amenazados por el holocausto nuclear y salvamos la vida porque fuimos capaces de arriesgarla en defensa de nuestra ideología y de nuestros principios?
Lo que no acaban de entender, o más que entender aceptar,  los enemigos de la Revolución cubana, es  que en Cuba  las  palabras Fidel, Raúl, Pueblo, Patria, Socialismo, Dignidad, Libertad y Soberanía son una misma cosa.
No entienden que en Cuba el pueblo es el gobierno y el gobierno es el pueblo. Ni aceptan que estemos enfrascados en un proceso de cambios económicos para fortalecer el socialismo, no para debilitarlo como es su deseo.
Dos hechos recientes debían gravarse bien en la mente de los enemigos de la Revolución cubana. Uno, las elecciones parciales del pasado 19 de abril para elegir a los Delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, realizadas con un rotundo éxito. Otro, la celebración, en todo el país, del 1ro. de mayo. Ambas jornadas, mostraron, una vez más, el irrestricto apoyo del pueblo a su Revolución y a sus líderes.
Lo que en realidad duele a nuestros enemigos, es que este pueblo agredido, bloqueado, amenazado, calumniado, siga en pie junto a Fidel y Raúl, defendiendo su obra y dispuesto al más supremo de los sacrificios, el de la vida, por seguir siendo lo que somos y no regresar jamás a lo que fuimos.
Y otra cosa que no deben olvidar nuestros adversarios: la presencia de “los Castro”, como ellos los nombran, en Cuba irá mucho más allá de su existencia física o en la dirección revolucionaria. Aún vivos,  son símbolo y bandera. Y el devenir de los años, hará más grande esos atributos.

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