domingo, 31 de enero de 2021

Hacia el VIII Congreso del Partido (VIII) Sueños comunistas convertidos en realidad

 


.Orlando Guevara Núñez

El triunfo de la Revolución, el 1ro. de enero de 1959, hizo posible que se cumplieran los sueños de los revolucionarios cubanos que el 16 de agosto de 1925 fundaron el primer Partido Comunista de Cuba.

En la lucha contra la tiranía batistiana, tres principales organizaciones revolucionarias  protagonizaron el triunfo: El Movimiento Revolucionario 26 de Julio, con su Ejército Rebelde, con Fidel Castro como máximo líder; el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, y el Partido Socialista Popular.

Después de la victoria, estas organizaciones trabajaron con el mismo fin de construir, engrandecer y defender la Revolución; pero se mantuvieron con un funcionamiento independiente. Es una realidad que durante la guerra, el líder indiscutible fue Fidel. Y ya en la paz, creció su papel unitario y su cualidad de jefe supremo de la Revolución.

Así, el 16 de abril de 1961, durante el sepelio de las víctimas de los bombardeos yanquis a tres aeropuertos cubanos, pretendiendo destruir los escasos medios de defensa aérea, para que no pudieran intervenir frente a la invasión mercenaria que tendía lugar al día siguiente, el Comandante en Jefe Fidel Castro declaró el carácter socialista de la Revolución cubana.

Poco tiempo después, en junio de ese año, tuvo lugar un paso trascendente en la historia unitaria de la Revolución, cuando las tres organizaciones acordaron disolverse para unirse en una sola: las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), con Fidel al frente. Pero esa nueva organización tuvo un corto período de existencia.

     Sobre aquel acontecimiento expresaría Fidel: “¡Recordaremos siempre con emoción el día que, algún tiempo después del triunfo de la revolución y luego de un proceso de unificación de las fuerzas revolucionarias, Blas Roca depositó en nuestras manos las banderas gloriosas del  primer Partido Comunista de Cuba”!

    El 26 de marzo de 1962, Fidel hizo pública una crítica a los métodos sectarios que se habían entronizado en el aparato de dirección de las ORI. Era el momento de rectificar. Y comenzó entonces otro proceso trascendente: la reestructuración de las ORI y la construcción del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. No fue un simple cambio de nombre. Fue una transformación profunda en la estructura y en la vida del Partido, cuya cantera, desde ese momento para elegir a sus militantes,  sería propuesta por las masas en los colectivos obreros y campesinos. Pero será el próximo tema de estos apuntes.

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