viernes, 25 de marzo de 2022

26 de marzo de 1962: un hito histórico en el Partido de los comunistas cubanos

..Orlando Guevara Núñez

La fecha del 26 de marzo de 1962 – hace ahora 60 años- marca un momento decisivo en la historia del Partido de los comunistas cubanos.

Ese día,  nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro, hizo  pública una severa crítica al sectarismo, exponiendo ante el pueblo los errores y malos métodos derivados de la política egoísta, personalista, sectaria y oportunista entronizada por algunos elementos en  las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), que había surgido en junio de 1961, por la fusión de las tres principales fuerzas contra la dictadura batistiana: El Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular.

La situación criticada, dirigida desde el aparato central, había minado a la organización hasta la base, creando un problema desfavorable para el proceso revolucionario. En tal sentido, planteó el compañero Fidel en aquella memorable intervención:

“Luego, ¿qué era el Núcleo? ¿Un Núcleo de revolucionarios? El Núcleo se estaba convirtiendo en un cascarón de  revolucionarios, concededor de mercedes, que quitaba y  ponía funcionarios, y en consecuencia no iba a ser rodeado por el prestigio que debe tener un Núcleo revolucionario, emanado única y exclusivamente por su autoridad ante las masas, como prototipo de revolucionarios, sino porque era el Núcleo el lugar donde podía recibirse un favor, una merced, un daño. Y alrededor de los Núcleos se iban creando las condiciones para formar una corte de aduladores que no tienen nada que ver con el marxismo, ni con el socialismo”.

Y en la misma intervención, Fidel expuso las ideas esenciales para erradicar los errores y trabajar en la creación de un Partido fuerte y grande, cuya cantera inagotable serían las masas trabajadoras.

“Lo mejor de los trabajadores del país debe estar en ese Partido”,  puntualizó el compañero Fidel, señalando, además, que el primer requisito para ser del Núcleo, debía  consistir en ser un trabajador ejemplar, uniendo a esa cualidad las de aceptar la Revolución Socialista, la ideología de la Revolución, desear pertenecer al Núcleo, aceptar las responsabilidades que imponía ser de un Núcleo y tener una vida limpia, sin antecedentes de relaciones con la tiranía.

Con esas concepciones quedaría atrás el método estrecho y sectario de seleccionar a los integrantes de los Núcleos  y se abría una nueva etapa donde las masas, y muy especialmente los trabajadores, desempeñarían un papel decisivo en la formación de ese Partido de vanguardia.

A partir de  aquel momento comenzó en todo  el país un proceso de reestructuración de las ORI y construcción de la nueva organización política dirigente, el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC).

Fueron creadas comisiones de trabajo encargadas de realizar Asambleas de Obreros Ejemplares en los centros laborales. Y en un riguroso proceso, en el cual fueron también tomados como cantera los integrantes de los Núcleos Revolucionarios Activo de las ORI. Aquel método fue un importante aporte de Fidel a la teoría de la construcción de un partido dirigente en las condiciones de un país donde el Partido no había hecho la Revolución, sino que la Revolución hacía el Partido.

La consulta con las masas no era formal. Si ellas no elegían como ejemplar a un obrero, éste no era procesado para el Partido. Incluso, luego  de haber concluido el análisis y determinado quiénes quedaban como militantes, se hacía una presentación ante las masas, las que opinaban sobre los nuevos militantes.

Así surgió el PURSC, el que dio paso, el 3 de octubre de 1965, a nuestro actual Partido Comunista de Cuba.

Al concluir aquella primera etapa este Partido era ya fuerte y grande no por la cantidad de militantes que lo integraban, sino por su moral y su ejemplo.

Recordamos que el 22 de febrero de 1963, Fidel, en el Teatro Chaplin, ante los militantes del PURSC de las provincias de Pinar del Río, La Habana y Matanzas afirmó con satisfacción y orgullo:

   “Muchos de nosotros, años atrás, marchábamos  en distintas organizaciones; hoy marchamos en una sola organización. Tuvimos nuestra historia individual, nuestras participaciones pasadas, hasta un día en que empezamos todos juntos a hacer la gran historia de la Patria. El tiempo nos unirá cada vez más y más. ¿Por qué?

 Porque los años que tenemos por delante son muchos más que los años de  Revolución que hemos dejado atrás. A veces nos separaba: “Yo estuve en tal punto…”,  yo estuve en el llano…”, refiriéndonos a nuestras historias pasadas. Lo que hay que ver es la gran historia

que tenemos por delante. Su magnitud, su importancia, supera todo lo anterior.  Y dentro de 10, de 20, de  30 años,  no se hablará de los que estuvimos en tal o cual organización, sino se hablará de los que se unieron, y se hablará de la grande, la formidable organización que une a todos, que agrupa a todos  y que marcha al frente de la columna. Se hablará de los hombres y mujeres que organizaron el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba.”

  En esa misma comparecencia, Fidel les planteó a los cuadros y militantes del PURSC allí reunidos, que la Revolución les ofrecía sacrificio, trabajo y lucha, que no les ofrecía privilegios, que los privilegios eran para los blandos, pero que para los revolucionarios, la historia y la Patria sólo tenían una cosa que ofrecer: sacrificio y lucha.

   Quedaba así  bien sentado cuál era el papel y la actitud que correspondía a quienes aspiraran a figurar entre las filas del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Fueron palabras con fuerza de Estatutos.

 

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