sábado, 4 de diciembre de 2021

Fidel Castro, el 26 de Julio de 1967 en Santiago de Cuba: El alto al fuego, una palabra abolida. En Cuba (…). No nos importa lo que haga la OEA

 

                                             Fragmentos


 


 

Y desde luego que hay una palabra absolutamente prohibida en la terminología revolucionaria: derrota; y por tanto, sinónimo de derrota:  rendición.  Pero algo más, hay una frase que por una cuestión de profundos principios estará abolida siempre de la terminología de esta Revolución, y es la frase: “Alto al fuego”.

“Alto al fuego” no se pronunciará jamás en este país mientras una sola pulgada del territorio esté ocupada por algún invasor.  ¡Recuérdese esto bien, y recuérdese siempre!  ¡Y quien pronuncie estas palabras en este país solo podrá ser calificado de traidor, pronúncielas quien las pronuncie!  

Y esa orden jamás deberá ser obedecida, ordénelo quien lo ordene.  Y esa será la orden que nunca jamás se cumplirá en este país. 

Y a nosotros no nos importa lo que haga la OEA, porque, al igual que esta es la asociación de los revolucionarios, aquella es la asociación de los reaccionarios, aquella es la asociación de los oligarcas, aquella es la asociación de los bandidos.  Nosotros sentimos el más profundo desprecio por esta miserable institución, que ha servido para santificar los crímenes del imperialismo.  Y todavía está muy reciente lo que hicieron a raíz de la invasión a Santo Domingo, cómo desembarcaron allí los “marines”, cómo a los pocos días se reunieron esos desvergonzados…  Eso mismo:  desmadrados  No se reunieron para condenar al imperialismo, sino para mandar más soldados a invadir a aquel pueblo hermano. 

Todos recordamos —y lo recordaba Raúl en su discurso a los oficiales— la interminable cadena de crímenes y fecharías que han cometido contra este país.  ¿Qué moral tienen?  ¿Qué derecho tienen?  ¿Qué jurisdicción tienen para juzgar y sancionar a este país? 

Nosotros no tememos a los acuerdos de la OEA, y esperaremos este parto de los montes.”  Porque, señores de la OEA, ¡con lo que hay que contar es con este pueblo, con lo que hay que contar es con este país, con lo que hay que contar es con la dignidad, la vergüenza, el valor y la conciencia revolucionaria de este pueblo!  Y contra eso se estrellarán los imperialistas y sus maniobras, se estrellarán las agresiones y se estrellarán los planes, porque con este país tienen realmente “un hueso muy duro de roer”.

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