lunes, 12 de marzo de 2018

Madrugada del 13 de marzo de 1961: crimen yanqui en Santiago de Cuba.



.Orlando Guevara Núñez

Durante la madrugada del 13 de marzo de 1961, la Refinería de Santiago de Cuba fue ametrallada por una lancha procedente de  la Base Naval de Guantánamo, territorio cubano usurpado por Estados Unidos, que penetró en la bahía con la misión de destruir de destruir esta instalación, antigua propiedad yanqui y, para esa fecha, nacionalizada por la Revolución.
En esa acción terrorista perdió la vida el marinero cubano René Rodríguez Hernández, joven que había sido combatiente rebelde en el Segundo Frente Oriental Frank País, dirigido por el entonces Comandante Raúl Castro Ruz.
La nave pirata ametralló también áreas de las zonas de El Morro y La Socapa, donde un miliciano fue herido.
El ataque criminal causó daños, además de a la torre atmosférica de 107 pies de altura –donde se destila el petróleo- en tanques agujereados y se calcularon en más de 75 000 pesos los daños.
El sepelio del joven René Rodríguez Hernández, constituyó una sentida manifestación de duelo del pueblo santiaguero. En el velorio, la madre, Gloria Hernández, en medio de su dolor, expresó un deseo, más de justicia que de venganza: “Fidel debe acabar con todos los cobardes que nos agraden y llenan de luto a nuestros hogares”. Y el entonces capitán Juan Escalona reafirmaría, al despedir el duelo, un mandato con vigencia para todos los revolucionarios: ¡Limpiemos el suelo de la Patria, de los gusanos quintacolumnistas pagados por el oro del imperio!
Han pasado 57 años de aquel sabotaje que costó una vida cubana y la pérdida de recursos materiales. Esa es parte de la historia que los enemigos de la Revolución quieren que el pueblo cubano olvide.

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