.Orlando
Guevara Núñez
El
23 de marzo de este año, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama,
pronunció un discurso en La Habana, ante una representación de la sociedad
civil cubana. Todos lo escuchamos con atención. Ya había cumplido lo esencial
de su visita. Antes de venir, cosa común en cualquier persona que va a otro país, el mandatario aprendió algunas
palabras del argot popular nuestro, buscando hacer más digerible su presencia
en una nación que sigue enfrentando el criminal bloqueo que aún muchos nos
preguntamos si él quiere y no puede o si puede y no quiere eliminar. ¿Qué volá?
Almendrones. Bastan esos dos ejemplos. Le enseñaron pocos.
Por
eso es bueno que, para próximas ocasiones, si se presentan, enriquezca su
vocabulario sobre Cuba. No pretendemos definiciones fuera de contexto.
Citaremos algunos ejemplos basados en su propio discurso y cómo los
interpretamos la mayoría de los cubanos. Le convendría, por ejemplo,
pertecharse de algunos refranes que matizan el pródigo humor cubano. Y hasta la letra de algunas canciones, utilizada con
mucha sabiduría.
“Antes de comenzar, si me lo
permiten, quiero mencionar los ataques terroristas que han sucedido en
Bruselas. El pueblo estadounidense está pensando y rezando por el pueblo belga”. Cualquier
cubano, conocedor de la práctica de Estados Unidos en este tema, al escucharlo,
seguramente, pensó: “A Dios rezando y con
el mazo dando”. O: “Le pides al “más
allá”, lo que no haces en “el más acá”.
“Podemos y debemos derrotar a los
que amenazan la seguridad y la protección de las personas en todo el mundo”. “Antes de
limpiar la casa del vecino es necesario limpiar la propia”, diría el más común de los cubanos. O también: “quien tiene techo de vidrio no debe tirar
piedras a techo ajeno”. Y no faltaría un parodiante de una
canción popular: “por eso me pica aquí y
voy a rascarme allá”. Y una pregunta: ¿Para qué ir tan lejos, a buscar lo
que en su casa sobra?
“Cultivo una rosa blanca”. En su
poema más famoso, José Martí hizo su ofrenda de amistad y de paz, tanto a su
amigo como a su enemigo. Hoy, como Presidente de Estados Unidos de América, le
ofrezco al pueblo cubano: el saludo de paz”.
Tal
vez Obama no conozca un simbolismo en el verso citado de Martí, que continúa: en julio como enero. En un julio Fidel
asaltó el Moncada y en un enero condujo al pueblo a la victoria. Dos bellas
rosas que engalanan el jardín cubano.Y cuando nuestro Héroe Nacional cayó en el
campo de combate contra el ejército colonial español, sus manos no empuñaban
una flor, sino un revólver. Martí supo siempre distinguir entre los amigos y
los enemigos. De un poema de Martí, Abdala,
aprendimos los cubanos que “El amor,
madre, a la patria/ no es el amor ridículo a la tierra/ ni a la hierba que
pisan nuestras plantas/ el odio invencible a quien la oprime/ es el rencor
eterno a quien la ataca”. Y de seguro, una pregunta: para el presidente de
los Estados Unidos: ¿Paz con bloqueo es paz?
“Esas aguas también transportaron a
generaciones de revolucionarios cubanos hasta Estados Unidos, donde
consiguieron apoyo para su causa. Y esa corta distancia ha sido cruzada por
cientos de miles de exiliados cubanos, en aviones y balsas improvisadas. Exiliados
que llegaron a Estados Unidos en busca de libertad y oportunidad, a veces
dejando atrás todas sus posesiones y a todos sus seres queridos”. ¡Aterriza, compay, aterriza! O lo que es
lo mismo: concreta lo que dices. ¿Cuál ayuda y de quiénes, recibieron los
revolucionarios cubanos en Estados Unidos. Si ha estudiado a Martí, ¿conoce
Obama la historia de la Fernandina? ¿Recibían los exiliados cubanos en los
Estados Unidos la misma ayuda que tienen hoy los que llegan a ese país por vías
ilegales, en virtud de la Ley de Ajuste Cubano?
El presidente de los Estados Unidos omite decir otras cosas que han
cruzado el mar desde su país hasta el nuestro: las lanchas y aviones piratas,
las infiltraciones de agentes de la CIA, el desembarco de armas y explosivos,
los medios de guerra bacteriológica. Por otra parte, ¿quiénes son los
responsables, de la utilización de balsas para emigrar de Cuba, sino el propio
gobierno norteamericano que ha incumplido siempre los compromisos de visas para
salir de aquí por vías organizadas y seguras? ¿Incluye Obama entre quienes a su
país llegaron en busca de libertad y oportunidades, a las decenas de miles de
asesinos, torturadores, explotadores, ladrones y saboteadores recibidos allí
como héroes? …
“En un mundo que se ha reinventado una
y otra vez, una constante ha sido el conflicto entre Estados Unidos y Cuba”. ¿No sería mejor llamar las cosas por su nombre y decir: la
sucia guerra política, económica y militar de Estados Unidos contra Cuba?
“He venido aquí para enterrar el
último resquicio de la Guerra Fría en el continente americano. He venido aquí
para extender una mano de amistad al pueblo cubano”. Se
cuentan por millones los cubanos que, al escuchar esta afirmación, seguramente
habrán exclamado: Si eso es guerra fría, ¿cómo
será la caliente? Es verdad que Obama no inventó el bloqueo, pero lo adoptó
como hijo propio y lo ha alimentado. Tenemos razones para decir que el
presidente de los Estados Unidos, en este tema, aplicó el refrán de que “el
dueño de la vaca es el dueño del ternero”. Y como, en la práctica, la esencia
criminal del bloqueo sigue en pie, al escuchar esa afirmación no podemos menos
que recordar la canción de nuestro gran cantautor Faustino Oramas (El
Guayabero): “Cuidao con el perro que muerde callao”.
"Quiero dejar una cosa clara: Las
diferencias entre nuestros gobiernos en todos estos años son reales y son
importantes. Estoy seguro de que el Presidente Castro diría lo mismo. (…) Porque
en muchos sentidos, Estados Unidos y Cuba son como dos hermanos que han estado
incomunicados durante años, incluso cuando compartimos la misma sangre". Menos
mal que reconoce las abismales
diferencias entre los dos gobiernos. Aclare, aclare, para que nadie se
confunda: los hermanos son los dos pueblos, no los dos gobiernos.
"Con el paso de los años, nuestras
culturas se han mezclado. El trabajo del Dr. Carlos Finlay en Cuba abrió el
camino a generaciones de doctores, incluyendo a Walter Reed, que se basó en el
trabajo del Dr. Finlay para ayudar a luchar contra la fiebre amarilla. La
historia del plagio a Finlay se omite por el presidente. ¿O está eso entre las
cosas del pasado que debemos olvidar los cubanos?
"Pero no podemos y no debemos pasar
por alto las diferencias muy reales que existen entre nosotros, sobre cómo
organizamos nuestros gobiernos, nuestras economías y nuestras sociedades. Cuba
tiene un sistema de un solo partido; Estados Unidos es una democracia de
múltiples partidos. Cuba tiene un modelo económico socialista; Estados Unidos
es un mercado libre. Cuba ha reforzado el papel y los derechos del estado;
Estados Unidos está fundado sobre los derechos individuales". Aquí
se puede aplicar una de las palabras aprendidas por Obama: Bueno, y ¿qué volá?
Tú eres tú y yo soy yo. ¿O es que Estados Unidos pretende discutirle a Dios su
potestad de pretender que los demás sean
a su imagen y semejanza?
"A pesar de esas diferencias, el 17 de diciembre de 2014, el Presidente
Castro y yo anunciamos que Estados Unidos y Cuba iniciarían un proceso para
normalizar las relaciones entre nuestros países. Desde entonces, hemos
entablado relaciones diplomáticas e inaugurado embajadas. Hemos lanzado iniciativas para
cooperar en temas de salud y agricultura, educación y autoridades del orden
público. Hemos llegado a acuerdos para recobrar vuelos directos y servicios de
correo. Hemos expandido los lazos comerciales y aumentando las opciones de los
estadounidenses para viajar y hacer negocios en Cuba". Sigue,
sigue, que ya solo te falta el 99 por ciento del trecho por recorrer.
"Estos cambios han sido bien
recibidos, a pesar de que aún hay personas que se oponen a estas políticas. No
obstante, muchas personas en ambos lados del debate han preguntado: ¿por qué
ahora?
La respuesta es sencilla: lo que
estaba haciendo Estados Unidos no funcionaba. Debemos tener el valor de
reconocer esa verdad. Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría
no tenía mucho sentido en el siglo XXI. El embargo solo hacía daño al pueblo
cubano en lugar de ayudarlo. Y siempre he creído en lo que Martin Luther King,
Jr. llamaba “la urgencia feroz de ahora”. No debemos temer el cambio, debemos
acogerlo". El “no funcionaba” se traduce en un lamento: “no pudimos
destruir la Revolución cubana” ¿Hacía daño?
Rectifique: Hace. Si alguien no teme a los cambios somos los cubanos.
Desde 1959 lo estamos demostrando. Incluso desde antes, cuando aprendimos de Carlos Manuel de Céspedes que el enemigo solo
nos parece grande cuando nos resignamos a mirarlo de rodillas; de Antonio Maceo que la libertad no se
mendiga, porque mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de
ejercitarlos; y de Martí que los grandes derechos no se compran con lágrimas,
sino con sangre. ¿Quién ha entorpecido más los cambios en Cuba que los
gobiernos de los Estados Unidos? ¿Es que
acaso debemos acogernos a los cambios que, en la práctica, el imperio
norteamericano quiere para nosotros? Si
es así, bueno, a esperar, eso será cuando
la rana eche pelo.
"Eso me lleva a la razón más grande e
importante de estos cambios: Creo en el pueblo cubano. Creo en el pueblo
cubano. Esto no es solo una política de normalizar relaciones con el gobierno
cubano; Los Estados Unidos de América está normalizando relaciones con el
pueblo cubano". Más vale tarde que nunca. No creer en nuestro pueblo ha sido
uno de los más grandes errores de los gobernantes norteamericanos en las
últimas seis décadas. Ha llegado el
presidente de los Estados Unidos a la misma conclusión que nosotros. Nadie cree
en nuestro pueblo más que él mismo. Gracias a eso el bloqueo, las agresiones,
las capañas difamatorias y la política de aislamiento no han funcionado, o
mejor dicho, no han podido lograr su objetivo de arrebatarnos la Revolución.
"Y hoy quiero compartir con ustedes
mi visión de cómo puede ser nuestro futuro. Y quiero que el pueblo cubano,
sobre todo la gente joven, entienda por qué creo que deben mirar al futuro con
esperanza; no la falsa promesa que insiste en que las cosas están mejor de lo
que realmente están ni el optimismo ciego que dice que todos sus problemas
desaparecerán mañana. Esperanza que tiene una base en el futuro que ustedes
pueden elegir; que ustedes pueden moldear; que ustedes pueden construir para su
país".“Este
tipo está botao” (despistado) El deseo de Obama de que los cubanos miremos el futuro con
esperanzas está cumplido hace más de medio siglo, antes de que él naciera. Lo
que no sabemos es si ese deseo podrá
cumplirse pronto en los Estados Unidos. Otra de las grandes diferencias entre
nuestros dos países.
“Yo tengo esperanzas porque creo que
el pueblo cubano es tan innovador como cualquier otro pueblo en el mundo entero”. Gracias
por el elogio. Los gobiernos de los Estados Unidos, han contribuido mucho a
forjar esa cualidad de nuestro pueblo. Otra razón poderosa para haber resistido
y hacer fracasar sus intentos de destruirnos.
"En una economía global, potenciada
por ideas e información, el valor más importante de un país es su gente. En
Estados Unidos tenemos un monumento claro de lo que pueden construir los
cubanos: se llama Miami. Aquí en La Habana, vemos ese mismo talento en
cuentapropistas, cooperativas y autos viejos que aún funcionan: el cubano
inventa del aire". Búsquese otro país, como en Cuba, donde se pueda ver, con
mayor nitidez, que el valor más importante es su gente. Conocemos el monumento
de Miami, cuya estatura no ha llegado, ni llegará nunca, al monumento creado
por el pueblo cubano en su propia tierra.
"Cuba tiene un recurso
extraordinario; un sistema de educación que valora cada niño y cada niña. Y en
años recientes, el gobierno cubano ha empezado a abrirse al mundo, y a abrir
más espacios para que ese talento prospere. En tan solo unos años, hemos visto
como los cuentapropistas pueden prosperar mientras mantienen un espíritu
decididamente cubano. Ser trabajador autónomo no se trata de ser más como
Estados Unidos, sino de ser ustedes mismos".
Lástima que Estados Unidos no pueda
contar aún con un recurso extraordinario como ese. Después de “el gobierno
cubano ha empezado a abrirse al mundo” bien podría decirse: pese al bloqueo, el
mundo ha empezado a abrirse a Cuba.
"Ese es el principio de la esperanza;
la habilidad de ganarse uno la vida y de construir algo de lo que se pueda
sentir orgulloso. Por eso nuestras políticas están enfocadas en apoyar a los
cubanos, en lugar de hacerles daño. Por eso pusimos fin a los límites en los
giros, para que los cubanos de a pie tuvieran más recursos. Por eso estamos
animando a la gente a viajar, para construir puentes entre nuestros pueblos y
generar más ingresos para los pequeños negocios cubanos. Por eso hemos abierto
más espacios para comercio e intercambios, para que los estadounidenses y los
cubanos puedan trabajar juntos para encontrar curas, crear empleos y abrir la
puerta a más oportunidad para el pueblo cubano". ¿Quién ha visto un lobito cariñoso? Así piensan muchos
cubanos cuando alguien dispuesto a deborar a su presa, quiere engañarlo con
palabras edulcuradas.
"Es hora de que levantemos el
embargo. ¿Y cuándo del dicho al hecho dejará de existir tan largo
trecho?
"Pero aunque levantáramos el embargo
mañana, los cubanos no podrían alcanzar su potencial sin hacer los cambios necesarios
aquí, en Cuba. Debería de ser más fácil abrir un negocio aquí, en Cuba. Un
trabajador debería de poder conseguir trabajo directamente con las compañías
que inviertan aquí. Dos divisas no deberían separar el tipo de salarios que
pueden ganar los cubanos. Debería de haber Internet disponible en toda la isla,
para que los cubanos se puedan conectar con el mundo entero y a uno de los
motores de crecimiento más fuertes en la historia de la humanidad". Cualquier
cubano, en cualquier esquina, al escuchar estas afirmaciones de Obama, seguro
lo miraría de pie a cabeza para luego afirmar: “Este tipo bebió más de la
cuenta”. O también le preguntaría: ¿Y quién le dio a usted velas en este entierro? Pero es más oportuno
decirle a Obama: elimine usted el bloqueo, de lo demás nos encargamos nosotros.
"Si no pueden acceder a información
en Internet; si no pueden estar expuestos a diferentes puntos de vista;
entonces no alcanzarán su pleno potencial. Y con el tiempo, la juventud va a
perder la esperanza". Algún día Obama llegará a la conclusión de que, al igual que
con el bloqueo, era errónea su esperanza de que la juventud cubana perdiera la
esperanza.
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