domingo, 3 de abril de 2016

Hacia el VII Congreso del Partido Diego Vicente Tejera y el ideal socialista en Cuba


.Orlando Guevara Núñez
Las ideas socialistas en Cuba comenzaron a difundirse y encontrar cauce en la conciencia de algunos patriotas cubanos desde los años que enlazaron los siglos XIX y XX. Uno de esos hombres, nacido en Santiago de Cuba, el 20 de noviembre de 1848, fue Diego Vicente Tejera Calzado, cuyo nombre es imprescindible al estudiar la evolución del pensamiento revolucionario en nuestro país relacionado con la independencia y el desarrollo social.
A los 16 años de edad, siendo estudiante del Instituto de Segunda Enseñanza, ya eran traducidas a la práctica sus inquietudes en contra del poder colonial español en Cuba.Trató de trasladarse hasta Santo Domingo, con el fin de combatir desde allí a las tropas de la corona hispana.
En esa etapa (1863) interrumpe sus estudios para, junto a su padre,  trasladarse a vivir en Puerto Rico. Desde ese país, con el objetivo de alejarlo de las actividades políticas contra España,  en las que se había involucrado, es enviado a Caracas, Venezuela, donde también se suma a la lucha. Regresó a Puerto Rico en 1871, pero pronto se radicó en Barcelona, España; viaja a Francia y, en 1875, se establece en los Estados Unidos.
En Nueva York,  en  ese año,  se desempeñó como director del periódico La Verdad, de la emigración cubana. El año 1879 lo encuentra de nuevo en su país natal, ligado  a  la Sección de Literatura del Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa, que dirige José Martí.
Se afirma que en el peregrinaje por Europa, conoció y recibió la influencia de las ideas marxistas que le permitieron analizar con mayor profundidad , aunque  con limitaciones teóricas,  la realidad  politica de Cuba y tratar de buscar solución a los graves males de un país que salía del colonialismo español para entrar en el neocolonialismo norteamericano.
Un nuevo periplo lo lleva otra vez a Nueva York, donde reside entre 1885-1888 etapa en que se consolida su amistad con José Martí, con quien comparte sus ideas independentistas. Luego residirá en Paris, Francia hasta un nuevo regreso a Cuba. Escribió en el periódico Patria.  En 1898, regresa a Cuba, hasta su muerte.
Tratando de unir voluntades y esfuerzos, el 10 de febrero de 1899 – recuérdese que el 1ro. de enero de ese año había tomado posesión el gobierno interventor norteamericano en Cuba- Diego Vicente Tejera fundó el Partido Socialista Cubano. Esta organización tuvo una efímera existencia, por disímiles causas, entre éstas la oposición de medios de prensa y personalidades que vieron  en esa organización, por  la ideología que profesaba, un peligro para el cese de la ocupación militar norteamericana en Cuba.
Al año siguiente (1900) en otro intento por encausar la lucha a favor de los trabajadores y las transformaciones sociales, Diego Vicente Tejera fundó el Partido Popular, objetivo que tampoco cristalizó. Su legado, sin embargo, no pereció junto con él aquel 6 de noviembre de 1903, fecha de su muerte. Puede decirse que este pensador y poeta, junto a Carlos Baliño y Agustín Martín Veloz (Martinillo, el manzanillero), junto a otros cubanos adelantados a su tiempo, vislumbraron  la posibilidad de victoria de una ideología que tendría que esperar décadas, pero llegaría como única solución para la independencia, la libertad y la justicia repartida en Cuba: el socialismo.
Su visión sobre el carácter de la lucha vencido ya el colonialismo en Cuba y su misión social, lo expone en su conferencia ante  la   Sociedad de Trabajadores, 12 de diciembre de 1899:   “ No se hace esta revolución para lanzar de la Isla a los españoles y ocupar sus asientos en el festín de la desvergüenza y de la explotación: hácese por el contrario para desbaratar ese festín, para que no haya quien engorde y ría a expensas de quien enflaquece y llora, para que no haya en una palabra explotadores ni explotados”
En  San Carlos, Cayo Hueso, el 24 de octubre de 1897,  había expresado  ante los emigrados cubanos: “Pero antes de entrar en materia, acaso convenga expresar que no olvido nuestro objeto capital: el socialismo. Presente ha estado en mi memoria al pronunciar cada una de las palabras que hasta ahora he tenido el gusto de dirigiros, y de seguro habéis observado ya que todos mis estudios están  hechos desde el punto de vista exclusivamente obrero (…)
Un párrafo, tomado del artículo Diego Vicente Tejera: patriota y precursor de las ideas socialistas en Cuba, escrito por  María Caridad Pacheco González, investigadora del Centro de Estudios Martianos, tomado como bibliografía, refleja una afirmación de quien, frente a la adversidad, vislumbró el futuro cubano.
“¿Quién sabe? Acaso el Partido Socialista surja mañana con justísima razón y con vigor extraordinario. Cuba, según indicios harto elocuentes por desgracia, va a ser sometida a una explotación de distinto género, pero más dura para el cubano que la del pasado. El Capitalismo — ¡y un capitalismo extranjero!— se organizará en esta rica y virgen tierra de la manera incontrastable y odiosa: la del trust. Entonces, cuando nuestros ferrocarriles, nuestros ingenios, nuestras vegas, nuestras fábricas, todo haya pasado a manos de ese Capitalismo, tanto más exigente y soberbio cuanto se sentirá amparado en su explotación por poderosos gobiernos extranjeros, cuando los cubanos todos, proletarios y no proletarios, dependamos en absoluto de esos que todo lo tendrán y no seamos más sino directa o indirectamente sus asalariados… ¡quién sabe! Acaso el Partido Socialista aparezca como la fuerza salvadora, como el solo elemento cubano capaz de medirse con el monstruo y traerlo a capitulación”.
No en vano, cuando el Consejo de Estado aprobó el otorgamiento del Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo a la ciudad  de Santiago de Cuba, entre los avales para ese mérito, está  el  nombre de uno de sus  ilustres hijos: Diego Vicente Tejera.


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