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Orlando Guevara Núñez
Al
leer el discurso del Subsecretario de Estado
de los Estados Unidos, Antony Blinker el la reciente sesión del Consejo
de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), nadie podría
negar su extraordinario parecido con el más popular de los programas
humorísticos de la Televisión Cubana: Vivir del cuento.
Antes
de explicar semenjanzas, debo ofrecer
disculpas al grupo de admirados artistas que, desde este elenco, no solo nos
hacen reír, sino, sobre todo, reflexionar sobre problemas en el seno de la
sociedad cubana, siempre con el objetivo de perfeccionarla.
Aclaro,
además, que al señor Antony lo identifico
con la parte caricaturesca de este
gustado programa, que se trasnsmite todos los lunes, a las 8:30 de la noche,
por el canal Cubavisión.
En
primer lugar, este personaje, en nombre de los Estados Unidos, persiste en
continuar viviendo del cuento, solo que ni siquiera con la seriedad de nuestros
actores. Así, sin el asomo de un sonrojo,
este individuo habló, relacionando sus palabras con la próxima visita del
presidente Obama a Cuba, de la importancia de esa cita para que el pueblo
cubano “sea libre de elegir a sus dirigentes, de expresar sus ideas y de que la
sociedad civil pueda florecer”.
El
mismo cuento de hace más de medio siglo.
Aunque cada vez sea más difícil
vivir de él. Si fuese realidad la
historia de Pinocho, personaje de la
literatura infantil a quien le crecía la nariz cuando decía alguna mentira, es
seguro que, en este caso, el órgano nasal de Antony- y de todo su elenco-
tendría ya dimensiones trasatlánticas.
Parece
que a este personaje la sucedió igual que al de Ruperto, interpretado por Omar
Franco en Vivir del cuento. Sólo que su estado de coma comenzó antes del 1ro.
de enero de 1959. Eso explica que ahora,
al despertar, sus argumentos retraten a la Cuba bajo la tiranía de Fulgencio
Batista, apuntalada por la embajada y el gobierno de los Estados Unidos. Eso
explica que él atribuya al presidente de esa nación poderes para dictarnos a
los cubanos lo que debemos hacer.
Confiamos,
desde luego, en que el presidente Obama conozca un poco más sobre la historia
que hemos forjado y defendemos los cubanos, especialmente desde que alcanzamos
nuestra libertad y verdadera independencia, y sobre todo, desde que tuvimos que
enfrentarnos a la brutal guerra económica impuesta por su gobierno el 3 de
febrero de 1962 y que aún sigue en pie.
No
sin antes ofrecer disculpas a Omar Franco por comparar a Antony con su
personaje en Vivir del cuento, valdría aconsejar al Subsecretario de Estado de
los Estados Unidos, que, por su semejanza, si sigue divagando en sus
consideraciones sobre Cuba, se cuide de contraer una gripe, no sea que, al
toser, tenga que interrumpir su
discurso porque le suceda igual que a Ruperto en ese trance...
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