martes, 5 de agosto de 2025

 Una historia que debe ser contada
Por Luis Maturell Salazar
Sí. Debe ser contada esta historia, porque ella dejó una huella profunda en un grupo de jóvenes deportistas santiagueros que ganaron el derecho de competir en los juegos escolares de la enseñanza elemental, de 1957, celebrados del 10 al 20 de febrero, en la capital cubana.
Fui uno de esos muchachos. Y 68 años después, la motivación me lleva a contarla.

Ese año, en esos juegos,el municipio de San Luis ganó el derecho de  representar  a la entonces provincia de Oriente, gracias al equipo de pelota que le había ganado  al que trajo el conocido  pelotero profesional, que jugaba con el Habana, Pedro Formental (Perico).
Este deportista visitaba los municipios para captar talentos.Ese conjunto se nombraba Cuba Sugar Kings, que representaba a los azucareros.
Al concluir el juego, Formental reunió a los dos equipos y seleccionó a Mario Zambrano y a Eloy Maturell, pero se quedó con Zambrano, y a Eloy le dijo: “ Usted es buen Short, buen pitcher y buen robador de bases, pero es muy bajito”. Dijo también que el único equipo que le había ganado en el recorrido por los municipios éramos nosotros, sin  trajes de pelota y algunos descalzos. Nos felicitó porque  íbamos  a ser buenos peloteros.
Pero no se llevó a Eloy por ser muy chiquito. Zambrano jugó con el Marianao y en Estados Unidos. Estos muchachos practicábamos y entrenábamos con el equipo de hombres de 1,90 a 2.00 metros de estatura y un peso de 200 libras o más.
El equipo nuestro estaba  formado por  Evis Maturell - ese soy yo- Eloy Maturell, Hermógenes Salazar,Oberto Bravo, Ñico Varela, ( La Gatera)Nené Valera, Mañiño, Mima, Mario Sambrano, Jabao (Tangabo) , José (Cuatro puyas) Cao y Perucho; este último no pudo participar porque el director Servando Piorno dec.idió reforzar el jardín derecho conmigo  que tenía buen brazo, sabía tocar la bola y buen robador de bases.
En la delegación que participó en esos juegos escolares en La Habana estaban los equipos de pelota, atletismo y voleibol.
El jefe de la Delegación era el profesor Aldama. De pelota Servando Piorno, de atletismo y voleibol Joaquín Salazar. Esos juegos duraron diez días y participaron las seis provincias de entonces, Oriente, Camagüey, Las Villas, Matanzas, La Habana y Pinar del Río.
La delegación oriental barrió en las tres disciplinas y quedó en primer lugar, La Habana en segundo y Las Villas en el tercero. 

El presidente Fulgencio Batista dijo que quería hablar con los muchachos y nos invitó a ir al Palacio presidencial. Esa mañana, una guagua nos recogió y nos llevó a LA TROPICAL,  a tomar malta. allí estaba el boxeador profesional de los pesos completos, el Niño Valdés, que era propagandista de esa malta. Y de ese lugar nos llevaron al Conny Aislam a montar en todos los aparatos.
Por la tarde nos trasladaron hacia el Palacio Presidencial y el recibimiento fue en el segundo piso. Había varias mesas con dulces y refresco coca-cola.
Batista salió del Salón de los Espejos, y se dirigió a nosotros con su saludo peculiar:  ¡Salud, salud, salud! . Dijo que estaba muy contento porque el equipo ganador era  
 el de “su tierra”, porque él era de Banes.
Ofreció construir  en San Luis un estadio de pelota, lo que no cumplió nunca.
En esa acasión, Joaquín Salazar,, que estaba con el director de pelota, empezó a corear ¡Oriente, Oriente, la tierra de los calientes!  Y los muchachos nos unimos al coro. como dos minutos. Pero de inmediato uno de la seguridad de Batista silenció al coro y nos llevaron para la guagua.
Imposible para nosotros fue pensar en que el lugar al que nos habían llevado al encuentro con Batista, pocos días después sería escenario del heroico asalto del 13 de marzo para ajusticiar al tirano.
Sucedió que unos días atrás, el 17 de enero de 1957, Fidel había atacado el cuartel de La Plata, en la   costa de la Sierra Maestra, aún cuando Batista había anunciado la muerte del jefe guerrillero.
A las 5:30 de la mañana del otro día, se apareció a La Beneficencia, donde estábamos albergados, un hombre con un maletín y le comunicó al director y a los muchachos que  Batista había indicado que el equipo Oriental iba a viajar a México para un tope con los escolares y que la última decisión era que ya no iba a México y se iban para su provincia. por su indisciplina.
 Del maletín repleto de billetes, sacó y le entregó al director un paquetico con boletos para el tren que salía a las 9:00 de la mañana y le dijo lo de la asignación, para cada muchacho, de un peso y veinte centavos para el viaje.

Después de 24 horas de viaje, llegamos a San Luis y en el paradero estaba el alcalde de allí,Luis Antonio Quevedo (El Moro), quien habló con nosotros, nos felicitó y  nos dijo que nos esperaba en el Ayuntamiento.
A Joaquín Salazar la policía lo cogió preso, pero Chichi Salazar, que había sido Alcalde y Representante, lo sacó de inmediato y se incorporó a la reunión en el Ayuntamiento.
El Alcalde Quevedo le ofreció a los muchachos dos opciones:  Una beca en Santiago de Cuba o trabajo en algún lugar. Tres decidieron trabajar para ayudar a su familia, y  empezaron  en la fábrica de colchones Mercy, ganando a destajo 25 centavos diarios.

Así fue aquella historia. Pero algunos de aquellos muchachos siguieron haciendo otra parte de la historia cubana, desde la Sierra Maestra, el II y el III Frente y la lucha a todo lo largo del país.
Cao y Servando Piorno se alzaron en el II Frente. El Jabao (Tangabo) y Joaquín Salazar ingresaron en el Movimiento Revolucionario 26 de Julio y quemaron, junto con Quintana, el local del antiguo cuartel de la Guardia Rural, donde estuvo  preso Raúl, luego del asalto al cuartel Moncada. Luego del triunfo, Joaquín se graduó de profesor de secundaria y trabajó en el Comité Provincial del Partido.
En mi caso fui colaborador del Movimiento Revolucionario 26 de Julio.. Colaboré en atentados contra policías y chivatos.
Durante el ataque rebelde de San Luis, el 14 de noviembre de 1958, saqué herido al combatiente Israel Danger (Chipojito)  y colaboré en la preparación de  cocteles molotov que incendiaron el Ayuntamiento. Al grupo de colaboradores se les llamó Milicia.
Al triunfo de la Revolución,  me incorporé a la Tenencia de San Luis, que pertenecía al Escuadrón 14, de Palma Soriano y llegué a ser Teniente coronel de las FAR, hasta la jubilación en 1993, en el sector militar de Santiago de Cuba. 
De los seis hermanos Maturell Salazar, cinco fueron deportistas. Edy, Israel y yo, de pelota; Iria, de voleibol, y Nancy de atletismo.  . Zaida fue maestra y profesora del conocido cantante y director de orquesta Cándido Fabré.
 Siguiendo esa tradición, mi hijo Eddy Enrique Maturell Rigondiao, fue deportista y es director del equipo sub-23 de pelota de Santiago de Cuba
Esta es la historia. Breve, pero ilustrativa. Imposible de caer en el olvido. Digna del recuerdo, sobre todo cuando oigo mencionar los actuales juegos escolares, de donde han surgido y siguen surgiendo atletas que nutren las filas de las glorias deportivas cubanas, sin otro costo para ellos que la entrega personal, la consagración y el amor a las disciplina que practican. La historia contada perteneció al capitalismo. La historia nueva, la actual, pertenece al socialismo.




 




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