martes, 26 de junio de 2018

Santiago de Cuba, los héroes son sus hijos




.Orlando Guevara Núñez

Santiago de Cuba fue condecorada con el Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo. Pero esos galardones no  los ganaron sus  casas, sus calles, aceras, ventanas. Los ganaron los hombres y mujeres que  nacieron, vivieron, combatieron y murieron en  ellas.
En homenaje a este pueblo heroico, en el aniversario 65 del  asalto al Cuartel Moncada, reflejaremos  algunas opiniones de combatientes, dirigentes y otras personalidades sobre esta ciudad rebelde. Comenzamos por la de Ernesto Guevara de la Serna, el Che.
El Che estuvo presente en Santiago de Cuba en las festividades por el 1ro. de Mayo en los tres años iniciales de la Revolución.
El 1ro. de mayo de 1959, expresaría el Guerrillero Heroico:
Hay una cosa que me ha impresionado mucho desde mi entrada a Santiago de Cuba y es la integración absoluta de todos los poderes revolucionarios: organismos obreros, campesinos, comisionados y jefe militar. Funcionan como un solo block, cosa que desgraciadamente no he visto en otras provincias y tampoco en La Habana. Debo felicitar al pueblo oriental por ser hoy también quien marca rumbos en la unidad, como fuera ayer el que marcara los rumbos del sacrificio en los días de la guerra”.
Los días 28, 29 y 30 de noviembre de 1964, el Che estuvo en Santiago de Cuba y habló en el acto conmemorativo del Alzamiento de esta ciudad.
Las organizaciones del Movimiento habían recibido el anuncio de nuestra llegada y, encabezado por Frank País, y a la cabeza de toda la nación, los combatientes de Santiago escribieron aquella página heroica del 30 de noviembre, con la cual se pretendía crear un clima en el país que impidiera a las tropas de Batista marchar rápidamente a combatir nuestra columna invasora”.
“El resultado ustedes lo conocen; tras algunos éxitos parciales sucedió  aquel
aplastamiento de la insurrección popular con su cortejo de muertos como siempre sucede”.
Después, muchas veces, nosotros estábamos pensando en los peligros que corría la gente de la ciudad; pensábamos en lo difícil que era para un revolucionario tan conocido,  mantenerse en la clandestinidad, condenado a muerte ya por los esbirros batistianos”.
Y así, una noche del mes de julio, en los últimos días del mes de julio de 1957, militantes de  más de dos columnas del Ejército Rebelde, todos sus oficiales, enviaron una carta de agradecimiento a Frank País y a toda la ciudad de Santiago por su acción heroica, firme y sostenida en el mantenimiento de la lucha revolucionaria”.
“Pero esa carta ya no llegó a su destinatario porque Frank País también pagó con su vida la insurgencia contra la dictadura batistiana”.
“De aquí, muchas mujeres, que hoy están presentes, recuerdan en el día de hoy, sus hijos, sus maridos, sus padres, sus parientes más cercanos que desaparecieron en las mazmorras de la policía, aparecieron un día balaceados en las inmediaciones de Santiago, la noticia de cuya muerte llegó también a nuestro campo rebelde en la Sierra Maestra”.
Esta ciudad se ganó plenamente el reconocimiento de todo el país. Oriente, que tradicionalmente había sido la cabeza de las luchas revolucionarias desde la época de Martí, Maceo y Máximo Gómez, aún antes, desde la época de Carlos Manuel de Céspedes, volvía a ponerse a la cabeza de la lucha contra la dictadura”.

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