¿Transición en Cuba?
¡Hacia más socialismo!
.Orlando Guevara Núñez
Los cubanos enfrentamos hoy una de las más crueles y
enfermizas, medidas yanquis con el mismo fin de hace más de 65 años: destruir
la Revolución. Sin desechar ninguna medida anterior, discuten ahora suspender
todos los vuelos desde Estados Unidos a Cuba, eliminar todas las remesas,
castigar, incluso con altos aranceles, a todos los países que tengan misiones
médicas cubanas, entre otras medidas genocidas.
Y vuelven sobre el tema de una soñada transición en este país.
Súmese la suspensión de visas para Estados Unidos a los
europeos que visiten a Cuba. Para evitar el ingreso de divisas al país, limitan
los derechos de millones de personas de otros países.
¿Y qué es, para el imperio, esa transición? Ellos mismos, con el mayor cinismo, lo tienen
escrito. Lo primero es lograr que se desmoronen la Revolución y su actual
gobierno. Eso daría paso al nombramiento de un gobernador yanqui aquí,
encargado de aplicar las medidas previstas. ¿La primera? Recuperar todas las propiedades
nacionalizadas en virtud de un derecho internacional incuestionable. ¿La
segunda? Privatizar toda la economía,
incluyendo la salud y la educación.
Ellos mismos no se esconden en decir que se
restablecerían los latifundios, los desahucios de quienes no puedan pagar sus alquileres, que serían
eliminadas, por injustas, todas las pensiones de jubilados, que quienes no tengan recursos para la salud tendrían que
acudir a la caridad pública y que la educación estaría al alcance de
quienes pudieran pagarla.
Y otra medida muy importante: esa gobernación yanqui
estaría facultada para cambiar, incluso totalmente, la Constitución cubana.
Serían abolidas nuestras organizaciones políticas, incluyendo nuestro Partido
Comunista y nuestras instituciones armadas. Se crearía una policía similar a la de Estados Unidos. Y un
sistema electoral también copia del existente en ese país, donde está
demostrado que ladrones, como su actual presidente, pueden llegar al poder,
porque basta con ser millonario para tal ascenso.
En un panfleto de más de 400 páginas, reconocen que esas
medidas tendrían que enfrentar alguna resistencia, unida al hecho de que serían
juzgados los militantes comunistas, algunos de los CDR y dirigentes del
gobierno. ¿Medida? Crear una institución
para la adopción de niños que queden huérfanos. Las adopciones, por supuesto,
serían norteamericanos. Una de las aberraciones mentales y fascistas retomada
ahora por algunos trasnochados de la gusanera, es, llegada la transición,
contar con tres días con licencia para matar.
Pero existen otras muchas medidas, sobre temas que a
ellos les duelen de Cuba. Una sería la eliminación de las instituciones de
investigación científica, partiendo del criterio de que un país pequeño y con
recursos limitados no debe ejercer esa tarea.
Y, como siempre, tratando de engañar a la opinión pública
internacional, hacen el ridículo de plantear el propósito de capacitar a los
maestros para luchar contra el alto índice de analfabetismo en Cuba, incluso
importar algunos aunque se les pague en especie, hacer ferias del libro para
incrementar el nivel cultural de la población, y también capacitar a los
médicos.
¿Y del bloqueo, qué?
Lo han dicho bien claro: El
bloqueo sería suspendido solamente cuando haya sido recuperada hasta la última propiedad yanqui
nacionalizada en Cuba. Vale aclarar que el único país que se negó a cobrar la
indemnización por las nacionalizaciones, fue Estados Unidos, aunque tuvo que
reconocer el derecho de Cuba a éstas.
Y no podía faltar otra desatinada medida yanqui: la
legalización de Cuba en el escenario internacional, para lo cual se tendría la participación de la desprestigiada OEA, calificada justamente por el Canciller
de la Dignidad cubano, Raúl Roa, como el Ministerio de Colonias Yanquis.
A todo eso- y a mucho más- aspiran los enemigos de Cuba,
llegado el momento de la llamada transición. Pero, ¿cómo llegar a ese
momento?. Su estrategia, aunque gastada,
está bien definida. Lo primero es quebrantar la unidad del pueblo cubano.
Separar al pueblo del gobierno y al gobierno del pueblo. Que el pueblo pierda
la confianza en quienes lo dirigen. Que los cubanos olvidemos nuestra historia,
destruyamos nuestros símbolos, perdamos
nuestra identidad y traicionemos nuestra ideología. O lo que es lo mismo: sin
renunciar a matarnos, pretenden que nos suicidemos.
Necesitan que cometamos el error de pensar que la causa
principal de nuestros problemas económicos- eje de los demás- no es el bloqueo
genocida, sino la incapacidad de nuestros dirigentes y del sistema socialista que emprendimos y
defendemos. Las plataformas de comunicación enemigas y las redes sociales
manipuladas, se empeñan en crearnos esa falsa imagen.
Por eso hablan de gobierno o sistema fallido en Cuba. La
prueba más contundente de que es todo lo contrario, está a la vista de todos:
en más de seis décadas y media de Revolución no hemos sido vencidos por el
imperio más agresor que conoce la historia de la humanidad. Cualquier país,
incluso con más recursos que el nuestro, con un bloqueo y las agresiones que
hemos tenido que enfrentar, no hubiese durado un año.
No minimizamos, en lo absoluto, las deficiencias
internas. Lo que corresponde a cada
cubano verdadero es combatir y trabajar,
con la convicción de que solo el socialismo
podrá garantizarnos una vida plena y digna. Y que el regreso al
capitalismo salvaje, sería nuestra perdición definitiva. Nuestra transición será, por eso, no hacia el
pasado, sino hacia el futuro que merecemos, hacia más socialismo. Le pido a
nuestro Héroe Nacional, José Martí, unas palabras para coronar esta idea. Y aquí están: “La patria nos tiende los brazos. No hay más que un
modo de obedecerla: ¡Juntos y adelante!