domingo, 3 de abril de 2016

Otra verdad que desconoce Obama


.Orlando Guevara Núñez
Entre los recuerdo de mi niñez, guardo una anécdota de mi padre sobre el bien y el mal.  No preciso dónde la aprendió, ni mucho menos el cerebro que la generó; pero  me vino a la mente al  escuchar la exhortación del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama,  exhortando a los cubanos a olvidar la historia  y  actuar como si nada hubiese pasado entre el imperio agresor y la pequeña nación agredida.
Contaba mi padre que cierta vez  un hombre, preocupado ante los malos actos de su hijo, lo llamó, le brindó una tabla, un martillo y diez clavos, con la sugerencia de que por cada mala acción,  clavara un clavo en el madero. El muchacho accedió a lo que le pareció una simple diversión.
Pasado poco tiempo, el  joven, con cierto aire de orgullo por haber cumplido la encomienda del padre,  sin costarle mucho trabajo haber  cometido  tantas malas acciones casi seguidas, se apareció ante él, con la tabla atravesada de lado a lado por los diez clavos. Al revisar  la “obra” del  hijo, el viejo, mirándolo con honda tristeza, le trazó otra tarea.
“Ahora, cada vez que hagas  una buena acción, toma el martillo y saca un clavo”. El muchacho, aún  sin entender bien el propósito,  hizo lo indicado por el padre. Y en menos tiempo del  utilizado para clavarlos, se apareció con la  tabla libre de los clavos. Esta vez, el muchacho  se mostraba eufórico, prgonando sus buenas acciones, con lo cual creía borrar  sus actos malos.
Fue entonces  cuando el viejo, tomando  la tabla y mostrándosela  al hijo, le dijo: “Es  cierto que has hecho acciones buenas,  pero mira: la tabla conserva, y conservará por siempre,  las huellas de las malas acciones. El hijo observó los agujeros y se dio cuenta de una verdad indiscutible: las malas acciones dejan siempre huellas, que ni siquiera las buenas serán capaces de borrar.
Mi  padre, quien aprendió a leer y escribir sin ir nunca a una escuela,  tuvo la capacidad de asimilar  ese menaje.  El presidente  Obama, siendo el presidente de la potencia más poderosa del mundo,  parece  desconocer  esa verdad…

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