Breves apuntes martianos (3) Sobre la muerte y los mártires
El significado de la muerte y el sentido tributo a los mártires estuvo siempre presente en José Martí. Hoy conocemos muchos de sus pensamientos sobre este tema. Pero el espacio nos impone seleccionar solo algunos para homenajearlo en el aniversario 130 de su caída en combate.
Uno de los más universalmente conocidos: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida, truécase en polvo el cráneo pensador, pero viven perpetuamente y fructifican las ideas que en él se elaboraron”. Y otro: “No hay más que un medio de vivir después de muerto: haber sido un hombre de todos los tiempos, o un hombre de su tiempo”.
Expresó su criterio de que: “Hasta muertos dan ciertos hombres luz de aurora” y de que “Cuando se muere en brazos De la patria agradecida. La muerte acaba, la prisión se rompe; ¡Empieza al fin con el morir, la vida!
El día antes de su caída en combate escribió que ya estaba todos los días en peligro de dar su vida por su país y su deber. (…) y que sabría desaparecer, pero no desaparecería su pensamiento, ni le agriaría su oscuridad.
¡Triste el que muere sin haber hecho obra!, dijo en otra ocasión. Y dejó escrito el concepto de que: “El que muere, si muere donde debe, sirve”. Nos legó también la lección de que “Los muertos, no son más que semilla, y morir bien es el único modo seguro de continuar viviendo”. Y de que “El dar la vida solo constituye un derecho cuando se la da desinteresadamente”.
Para nuestro José Martí, “La muerte es una victoria, y cuando se ha vivido bien, el féretro es un carro de triunfo”. Y exhortó a dar la sangre, si sirve de riego.
Una emotiva concepción sobre dejar de exigir, la da cuando afirma que “No cree el hombre de veras en la muerte hasta que su madre no se les va de entre los brazos”. Y que: “Para disponerse a morir es necesario oir antes la voz de una mujer”.
No veía el acto de dar la vida como una cuestión circunstancial, sino como una voluntad permanente. Y por eso escribe: “En la cruz murió el hombre en un día: pero se ha de aprender a morir en la cruz todos los días”.
Para el Apóstol de la independencia cubana, los mártires de la patria eran un patrimonio sagrado.
“Yo creo en el culto de los mártires”, expresó. Y sentenció: “Hay un límite al llanto sobre las sepulturas de los muertos, y es el amor infinito a la patria y la gloria que se jura sobre sus cuerpos, y que no teme ni se abate, ni se debilita jamás; porque los cuerpos de los mártires son el altar más hermoso de la honra”- Este fragmento fue citado por Fidel Castro en su alegato La historia me absolverá.
Y en el Mausoleo a los Mártires del 26 de Julio, en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, está cifrado otro pensamiento martiano: “Ningún mártir muere en vano ni ninguna idea se pierde en el ondular y revolverse de los vientos. La alejan o la acercan; pero siempre queda la memoria de haberla visto pasar”.
Define que “Un mártir es como un padre y como hermano de los hombres en cuyo beneficio muere”. Y que “Honrar a los muertos es vigorizar a los vivos”.
Habla de muerte, de mártires, pero deja claro su pensamiento “Tengo fe en que el martirio se impone, y en que lo heroico vence”.
En sus Versos Sencillos, este tema es recurrente. Pero solo citamos uno, muy ilustrativo, dedicado s su hijo: “Vamos, pues, hijo viril/ vamos los dos, si yo muero/ me besas, si tú, prefiero/ ¡verte muerto a verte vil!
lunes, 11 de noviembre de 2024
viernes, 8 de noviembre de 2024
Breves apuntes martianos (2) Sobre la libertad
.Orlando Guevara Núñez
El concepto sobre la libertad fue una constante en el pensamiento del Apóstol de la independencia cubana. Constituyó el sentido de su vida. Por ella luchó hasta su último aliento. La defendió en sus discursos, en cartas, en artículos periodísticos, en su poesía. En todos los escenarios posibles.
“La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio”. (...) ¡Y no sé si vale la pena de vivir, después de que el país donde se nació decida darse un amo!
Para él, esa condición era el todo de un pueblo. Y hay un concepto de excepcional profundidad que vale estudiar por su vigencia para Cuba y para todos los pueblos. Helo aquí: “No estriba el amor patrio en afianzar la libertad: estriba en labrar un pueblo en que la libertad se afiance”. Es eso, precisamente, lo que ha hecho la Revolución, bajo la certera dirección de Fidel, de Raúl y el resto de la dirección cubana.
Sobre cómo él valoraba a nuestro pueblo en relación con la libertad, no dudó en asegurar que: “El cubano, antes que la libertad, se arranca la vida”. (…) “Otros amen la ira y la tiranía. El cubano es capaz del amor, que hace perdurable la libertad”.
Denunció aspectos que en relación con la libertad no eran reales ni nobles. “El hombre de pecho libre niega su corazón a la libertad egoísta y conquistadora”. Y aludiendo a la España colonial: “La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre”. Y otra más: “Cambiar de dueño no es ser libre”.
Vertió Martí el criterio de que: “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, pensar y hablar sin hipocresía” y que “El ejercicio de la libertad fortifica: el cultivo de la inteligencia, ennoblece”. Además, “Solo la libertad trae consigo la paz y la riqueza”. “Y Cuba debe ser libre, de España y de los Estados Unidos”
Consideró necesario requisitos así expresados: “La libertad ha de ser práctica constante para que no degenere en una formula banal”. (…) “En los pueblos libres el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular”.
Encontré un pensamiento martiano muy interesante, relacionado con los ricos que se sumaron a la lucha por la independencia cubana: “El servicio a la revolución de la libertad puede lavar la culpa de la riqueza acumulada con el fruto de la esclavitud”.
Otra concepción martiana –citada por Fidel en su alegato ante el tribunal que lo juzgaba por los hechos del 26 de Julio de 1953, expone su criterio sobre la libertad: “Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Estos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro.”
Otras dos aspiraciones martianas sobre la libertad fueron cumplidos plenamente por la Revolución cubana: ¡Para un pueblo esclavo no hay más año nuevo que el que se abra con la fuerza de su brazo por entre las filas de sus enemigos: el primer día de año nuevo será el primer combate por nuestra libertad! (…) “El primer afán de la libertad de Cuba sería, al día siguiente del triunfo, salir a sembrar trabajadores”.
Sentenció nuestro Apóstol que “La libertad no es placer propio: es deber extenderla a los demás: el esclavo desdora al dueño: da vergüenza ser dueño de otro”, que “Los labios se nos manchan diciendo que hay hombres dueños de otros hombres, y que “De hombres de sacrificio necesita la libertad”
Solo estudiando la vida y la obra de José Martí, pudiera conocerse su amplia labor en pro de la libertad de Cuba, de América y de la humanidad. Siempre en contra de la esclavitud, por él considerada como la gran pena del mundo. Vale, sin embargo, esta reducida selección de sus pensamientos, como homenaje sincero en el aniversario 130 de su caída en combate, Tenemos los cubanos el honor de haber cumplido un mandato martiano: “Un pueblo libre y justo es el único homenaje propio de los que mueren por él”.
lunes, 4 de noviembre de 2024
Breves apuntes martianos (1) Sobre la patria
.Orlando Guevara Núñez
Hacia la patria profesó siempre nuestro Héroe Nacional el más puro de sus amores. Por ella vivió y murió. Y por eso sigue viviendo.
Se podrían llenar cientos de cuartillas con palabras por él dedicadas a ese amor, a la necesidad de forjar y defender la patria, y a ella dedicarlo y subordinarlo todo, como el mayor deber.
Hoy como homenaje a nuestro Martí, en el aniversario 125 de su caída en combate, seleccionamos algunos de estos pensamientos, con fuerza de presencia para el pueblo cubano y más allá.
La primera definición – una de las más universales- es muy conocida y citada por los cubanos: “Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca y en que nos tocó nacer; y ni se ha de permitir que con el engaño del santo nombre se defienda a monarquías inútiles, religiones ventrudas o políticas descaradas y hambronas, ni porque a estos pecados se dé a menudo el nombre de patria, ha de negarse el hombre a cumplir su deber de humanidad, en la porción de ella que tiene más cerca. Esto es luz y del Sol no se sale. Patria es eso. Quien lo olvida, vive flojo y muere mal, sin apoyo ni estima de sí, y sin que los demás lo estimen: quien cumple, goza, y en sus años viejos siente y tramite la fuerza de la juventud “(…)
Otros hermosos conceptos: “Si me preguntan cuál es la palabra más bella, diré que es “patria”; y si me preguntan por otra, casi tan bella como “patria”, diré “amistad. (…) “Arbusto solitario es el alma del hijo enamorado de la patria que lejos de su amada sufre sin consuelo; manera de morirse es ésta de vivir alejado de la patria”.
Léanse estas otras, relacionadas con el deber patrio¨ “La patria nos tiende los brazos. No hay más que un modo de obedecerla: ¡Juntos y adelante! (…) “A la patria no se le ha de servir por el beneficio que se pueda sacar de ella, sea de gloria o de cualquier otro interés, sino por el placer desinteresado de serle útil”. (…)Para mí la patria no será nunca triunfo, sino agonía y deber”. (…) “Quien piensa en sí no ama a la patria”. (…) “La Patria es ara, no pedestal”. (…) ”El vanidoso mira a su nombre, y el hombre honrado a la patria”.
Definió su criterio sobre la patria perteneciente a todos, no a grupos. “Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas”. (…) “La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie”. (…)”La patria no es de nadie: y si es de alguien, será, y esto solo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia”. (…) “Patria es eso, equidad, respeto a todas las opiniones y consuelo al triste”. (…) “La patria es de todos y es justo y necesario que no se niegue en ella asiento a ninguna virtud”.
Sobre la disposición de defenderla, afirma: ¡Antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la patria, se unirá el mar del Sur al mar del Norte, y nacerá una serpiente de un huevo de águila! (…) ¡El que deja de hacer, en las cosas de la patria, todo lo que puede hacer, es traidor a la patria” (…) “Para la patria nos levantamos. Es un crimen levantarse sobre ella” (…)”Quien ha defendido con valor a mi patria y su libertad de hombre, es como acreedor mío, y me parece mi hermano” (…).” Honrar a la patria es una manera de pelear por ella, así como hacer algo que la deshonre es pelear contra ella”.
En la poesía de Martí, hay bellas y épicas alusiones a la patria. Léanse estas dos. Una contenida en su obra Abdala: “El amor, madre, a la patria/ no es el amor ridículo a la tierra/ Ni a la yerba que pisan nuestras plantas / Es el odio invencible a quien la oprime/ Es el rencor eterno a quien la ataca. Y otra dedicada a los ocho estudiantes de medicina asesinados por el gobierno colonial español: Cuando se muere en brazos de la patria agradecida/ La muerte acaba, la prisión se rompe; / ¡Empieza al fin, con el morir, la vida! /
En sus Versos Sencillos, nos legó este deseo: “Yo quiero cuando me muera, sin patria, pero sin amo, tener en mi losa un ramo de flores, y una bandera” Y en pocas palabras, resume su concepción sobre la recompensa o no para quienes cumplen o dejan de cumplir con los deberes patrios: ¡La patria ve: y censura, o premia!