viernes, 8 de junio de 2018

Estados Unidos contra Cuba: mentiras, amenazas, agresiones...







.Orlando Guevara Núñez

En su afán de apoderarse de Cuba, los gobiernos de los Estados Unidos han utilizado, en distintas épocas, los métodos más brutales, con el más absoluto desprecio hacia nuestro pueblo. Siempre dispuestos a la mentira y el crimen.
Fracasados varios intentos por comprar a España la Isla de Cuba y cumplir sus sueños de anexión, los Estados Unidos no han escatimado esfuerzos ni medios, ni recursos para, de una u otra forma, ser los dueños de nuestro país.
Desde 1897, el gobierno yanqui decidió intervenir en la guerra que había sido iniciada el 24 de  febrero de 1895, contienda en que el Ejército Libertador Cubano había ya socavado el poderío militar español. Así, el 21 de abril de 1898, declaró la guerra a España.
Un documento, firmado por el Secretario de Guerra, J. C. Breckenridge, pone al descubierto las macabras intenciones  de la intervención norteamericana en esa conflagración, calificada por Vladimir Lenin como la primera guerra imperialista en la historia de la humanidad.
“Habrá que destruir todo cuanto alcancen nuestros cañones, con el hierro y con el fuego; habrá que extremar el bloqueo para que el hambre y la peste, su constante compañera, diezmen su población pacífica, y mermen su ejército; y el ejército aliado habrá de emplearse constantemente en exploraciones y vanguardias, para que sufran indeclinablemente, el peso de la guerra entre dos fuegos, y a ellas se encomendarán precisamente todas las empresas peligrosas y desesperadas (…)  Resumiendo, nuestra política se concreta a apoyar siempre al más débil contra el más fuerte, hasta la completa exterminación de ambos, para lograr anexarnos a la Perla de las Antillas”.
 El 1ro. de enero de 1899 Estados Unidos instaló en Cuba su gobierno interventor. Y no salió de nuestro territorio hasta dejar instalada la Enmienda Platt, que ataba a Cuba a ese país en lo económico, lo político y en el plano militar.
Así, esa guerra terminó no con la victoria, ya asegurada y merecida, de los patriotas cubanos. Cuba pasó de colonia de España, a neocolonia de los Estados Unidos.
Luego, hasta 1959, los gobiernos corrompidos y tiránicos de Cuba fueron apoyados por los Estados Unidos y sirvieron de marionetas a ese país para consumar sus aspiraciones de dominio sobre Cuba.
A partir del triunfo revolucionario, revivió con mayor fuerza y odio la sucia guerra de esa potencia imperial contra Cuba. Miles de actos  de sabotaje, creación de bandas contrarrevolucionarias armadas, financiadas, entrenadas y dirigidas por la CIA; intentos de asesinatos contra los dirigentes de la Revolución, 638 de éstos contra el Comandante en Jefe Fidel Castro; instauración del criminal bloqueo que aún se mantiene de forma recrudecida; intentos de aislar a Cuba del resto del mundo; proclamación de leyes asesinas como la de Ajuste Cubano, Torricelli y Helms-Burton. Agresiones arteras, como la invasión mercenaria de Playa Girón. Amenazas  genocidas, como la de la Crisis de Octubre en 1962. Una lucha sin pausas, durante estos casi 60 años de Revolución.
Cientos de medidas han sido puestas en práctica para intentar el derrocamiento de la Revolución cubana. Ante el fracaso de unas, la aparición inmediata de otras.
Un documento ya desclasificado desde 1991 por el gobierno norteamericano, reflejó la naturaleza criminal de la administración yanqui en relación con el pueblo cubano: “El único medio previsible para enajenar el apoyo interno es a través del desencanto y el desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades económicas (…)  Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba (…) Una línea de acción que tuviera el mayor impacto es negarle dinero y suministro a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
En mayo de 1964, el gobierno de los Estados Unidos decretó la anulación completa de los embarques de alimentos, medicinas y equipos médicos desde su territorio hacia Cuba. Con eso oficializaba una medida que hacia rato estaba puesta en práctica.
La larga lista de monstruosidades de los gobiernos norteamericanos contra el pueblo de Cuba, incluye proyectos asesinos, como los de volar un avión en pleno vuelo, con estudiantes u otros grupos – desde Estados Unidos hacia un país latinoamericano- con el objetivo de  atribuir a Cuba el sabotaje. Volar un barco, con igual propósito. Destruir embarcaciones con emigrantes cubanos hacia ese país, para hacer creer a la opinión pública que había sido un acto vandálico del gobierno cubano. Incluso, demostrando su desprecio a los propio emigrantes, se propusieron  hacer atentados, en su territorio, a esas personas para lanzar campañas difamatorias contra el gobierno revolucionario.
No menos criminal ha sido la introducción de enfermedades como el dengue hemorrágico y la introducción de plagas contra cultivos  de importancia como el café, el tabaco, la caña, cultivos de viandas y vegetales, así como también la fiebre porcina.
Cuba, sin embargo, ha resistido todos los embates de esa sucia guerra. Y continúa  resistiendo las agresiones, las amenazas y las campañas difamatorias de un gobierno que no ha renunciado a destruirnos por cualquier vía, por criminal que sea.
Su odio visceral no ha disminuido. Pero nuestro pueblo sigue su ruta invariable hacia más socialismo, más revolución, más internacionalismo y más antiimperialismo. La  estatura de este pueblo heroico ha crecido ante cada acto hostil de sus enemigos. Y continuará creciendo.

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