Orlando Guevara Núñez
¿Por qué Ciudad sin cerrojos? Este nombre, escogido para mi blog, lo tomé de
una afirmación hecha por la heroína de
la clandestinidad y del Ejército Rebelde, santiaguera, Vilma Espín Guillois, ya
fallecida.
Vilma calificó a Santiago de Cuba como “Una ciudad
sin cerrojos” al referirse a la forma en que la población de esta ciudad, en
medio de la tenaz persecución y represión contra los revolucionarios que
combatían a la dictadura de Fulgencio Batista, abría las puertas de sus
viviendas para albergarlos y salvar su vida.
Cuando el asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio
de 1953, el pueblo santiaguero no sabía, al inicio, lo que sucedía. Pero en
cuanto lo supo, muchos asaltantes fueron acogidos en hogares y salvados de los
horrendos crímenes. No obstante, 55 jóvenes, hecho prisioneros, fueron
asesinados.
Luego, el 30 de noviembre de 1956, cuando bajo la
dirección del joven Frank País García se produjo el alzamiento armado de esta
ciudad para apoyar el desembarco del yate Granma, encabezado por Fidel Castro
para reiniciar la lucha armada contra la tiranía, la situación fue distinta,
pues los combatientes salieron a las calles dando vivas a la Revolución, a
Fidel, gritando ¡Abajo Batista!, vestidos de uniforme verde olivo y un
brazalete rojinegro del Movimiento Revolucionario 26 de Julio.
Esta vez, la tiranía no pudo repetir la masacre,
porque el apoyo de la población fue abierto, en franco desafío a la represión.
El propio Frank País describiría luego cómo la población entera de Santiago de Cuba, enardecida
y aliada a los revolucionarios, cooperó masivamente con ellos. “Cuidaba a los
heridos, escondía a los hombres armados, guardaba las armas y los uniformes de
los perseguidos, nos alentaba, nos prestaba las casas y vigilaba de lugar en
lugar, avisando de los movimientos del ejército”.
Así es mi ciudad, Santiago de Cuba.
Rebelde ayer, hospitalaria hoy, heroica siempre.
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