Orlando Guevara Núñez
Este pensamiento de José Martí es una clara demostración de su concepto sobre la verdadera democracia: el poder supremo no es de los elegidos, sino de los que eligen. O lo que es lo mismo: el poder colectivo está por encima del poder individual.
Tal aforismo está contenido en el trabajo titulado La proclamación de las elecciones del Partido Revolucionario, publicado el 22 de abril de 1893 en el periódico Patria, el 10 de abril. En esa fecha, quedó fundado el Partido Revolucionario Cubano.
Se analiza en este escrito el triunfo que significa para la emigración la unidad alcanzada, y el símbolo de que se haya hecho este proceso el 10 de abril, igual fecha en la que fue proclamada, en 1869, la Constitución de Guáimaro.
Habla de la aspiración a la fundación de la nueva república, de trabajo y pensamiento. En los postulados estuvo el deber de “dar rumbo a la guerra, salvar del verdugo las cabezas útiles, e impedir la tristísima recaída en la emigración vagabunda y miserable”
Todo lo logrado se atribuye a la unidad de los emigrados, a su capacidad para organizar la nueva contienda independentista y su fe en la victoria. Por eso, al final, asegura: (…) “Alzar en la ruina moral de hoy, que ya envilece los hombres a grado increíble, el pueblo bueno que llevamos en nuestras conciencias, salvado de las llamas de Guáimaro”
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