.Orlando Guevara Núñez
Quizá porque les duele el rostro de recibir tantas
bofetadas en la ONU, en esta ocasión decidieron presentar otro. A la verdad que
ni el nombre lo recuerdo. Vale decir que se aprendió bien el guión. Cumplió su
misión de repetir mentiras, hacer afirmaciones arrogantes, tratar de confundir
a la opinión pública, ratificar la
política agresiva, y auto erigirse en juez de lo que deben hacer las demás naciones.
Por otra parte, desprecio a los pueblos, violación de los
principios de la Carta de las Naciones Unidas, de la Organización Mundial del Comercio, y de cuanto derecho
internacional exista.
La representante yanqui, si no es tan estúpida como la
camarilla a la cual sirve, debe sentir vergüenza de sus propias mentiras, aunque reconozca que
las dijo porque así se las dictaron.
Nuestro canciller ,
Bruno Rodríguez Parrilla, en estos momentos, está desbaratando estas
mendaces afirmaciones imperiales. Es la lucha entre la verdad contra la
mentira, de la dignidad contra el oprobio.
Esperemos la votación final, seguros de que otra vez, la
victoria será cubana y más allá: será de los pueblos.
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