.Orlando Guevara Núñez
El año 1955, Santiago de
Cuba fue escenario de diversas acciones revolucionarias, bajo la dirección de Frank
País. El 18 de abril fue asaltado el Club de Cazadores; el 23 de julio se
realizó el asalto al cuartel de El Caney.
Así, con pequeñas acciones
se iban preparando las condiciones para la acción más grande. Por un lado, el acopio de armas;
por el otro, el fogueo de los combatientes y la experiencia de los jefes.
El último día de 1955 fue
escenario de un hecho propagandístico importante en Santiago de Cuba, cuando en
la ceremonia de izaje de la bandera cubana, en el céntrico parque Céspedes, se
lanzaron volantes- incluyendo bares y tabernas- anunciando, que “En 1956 seremos libres o mártires”, como lo había anunciado Fidel
desde el exilio. Igual sucedió en la céntrica
Enramadas.
. A fines de noviembre y principios de diciembre
de ese año 1955, comenzaron a crearse las direcciones municipales del M-26-7. Crecía la organización, nuevos hombres
y mujeres se incorporaban a las células del Movimiento Revolucionario 26 de julio se incrementaban las acciones y la propaganda
se esforzaba para llevar a las masas la
información y orientación necesarias. El año
de 1956, sería decisivo en los preparativos de la insurrección armada para la
liberación definitiva de Cuba.
En México, Fidel reclutaba, organizaba, armaba e instruía a los futuros expedicionarios. Y
en ese empeño, al decidir la zona del desembarco, que sería el sur oriental
cubano, programó el apoyo necesario para el momento de la llegada. Y esa misión
la asumiría el joven santiaguero cuya estatura había crecido en la lucha, Frank
País García.
En los meses de agosto y
octubre, Frank País viaja a México, donde se entrevista con Fidel Castro. Allí
se decide la acción que debe realizarse en Santiago de Cuba para secundar el desembarco del Granma, que
llegaría por algún punto de la región escogida.
Sobre la visita de agosto, apunta William Gálvez : “Aquel primer encuentro duró hasta el
amanecer. El centro de las conversaciones fue el reinicio de la lucha armada en
Cuba, cómo secundar la llegada de los expedicionarios con levantamiento y
acciones armadas en todo el país, específicamente en Oriente, y preparar las
condiciones con los obreros para convocar a
una huelga general. De lograrse todo y aunque no se mantuvieran por mucho tiempo, el enemigo
quedaría empeñado en neutralizar el movimiento interno, mientras los
combatientes desembarcados llegarían a un escenario para la guerra necesaria:
la Sierra Maestra. Insistieron en que, en apoyo al desembarco, el movimiento
clandestino elevara al máximo su preparación y no enviara más compañeros de
Oriente a entrenarse en México”.
Sobre la segunda visita del jefe clandestino a México, apunta Renaldo
Infante: “(…) Frank acató disciplinado
la decisión de Fidel y este lo designó Jefe Nacional de Acción del Movimiento
Revolucionario 26 de Julio. Se precisó la posible fecha de salida, el lugar del
desembarco y la forma de aviso, así como la clave del mensaje (…).
Como se conoce, Frank le
planteó a Fidel la opinión de aplazar la fecha de la expedición con el objetivo de preparar mejores
condiciones en Cuba, pero el máximo jefe revolucionario le argumentó las
razones que hacían inaplazable esa decisión, la salida, lo cual fue totalmente
aceptado por el joven santiaguero.
A su regreso, toda la
actividad del joven revolucionario se emplea en la preparación de esa acción. El
acopio de armas, la preparación de los combatientes y el escenario de los
hechos ocupan todo su quehacer. Mientras
tanto, los jóvenes a su mando se siguen
fogueando en lucha abierta contra la tiranía.
El 27 de noviembre de 1956,
un telegrama, dirigido a Arturo Duque de Estrada, en San Fermín 358, en
Santiago de Cuba, contenía el texto
clave: Obra pedida, agotada. Editorial Divulgación. Era la comunicación de Fidel a Frank de que el Granma había salido rumbo a Cuba.
Quedaban solo tres días para concretar
todos los aspectos de la acción que debía tener lugar el día 30, fecha prevista para que la
expedición llegara a Cuba.
Estábamos a las puertas de
las dos grandes acciones que marcarían
un hito en la historia revolucionaria cubana. En Santiago de Cuba, el amanecer
verde olivo del 30 de noviembre de 1956. En Los Cayuelos, lugar cercano a Playa
Las Coloradas, Niquero, otrora provincia de Oriente, llegaría el yate Granma,
con 82 expedicionarios bajo el mando de Fidel, para reiniciar la lucha armada
que conduciría al triunfo revolucionario del 1ro. de enero de 1959.
No hay comentarios:
Publicar un comentario