.Orlando Guevara Núñez
Fue en ocasión de celebrarse el centenario de la independencia de Estados Unidos. Específicamente en New York. José Martí había relatado el hecho de que la bandera cubana había sido vitoreada por el pueblo durante la procesión conmemorativa. Los cubanos asistieron invitados como agrupación política.El periódico La Colonia Española, refiriéndose al hecho, negó que Cuba hubiese sido invitada como tal.
“Si como afirma La Colonia – escribe Martí- los cubanos fueron invitados como sociedad benéfica, ¿cómo llevaban, no un estandarte de beneficencia, sino la bandera de un pueblo en combate? Admitida la enseña, se admitía con ella al pueblo batallador que represente”.
Un hecho reconoce el Apóstol de nuestra independencia: Ninguno de los oradores mencionó a Cuba. Por eso expone: “No deduzco yo de los vítores que sean reconocidos por los Estados Unidos los derechos cubanos; tengo fe en que el martirio se impone, y en que lo heroico vence. Ni esperamos el reconocimiento ni lo necesitamos para vencer. Sé, por mi parte, que invitar como agrupación política, no es lo mismo que como a nación; pero es fuerza convenir que implica amor y respeto al pueblo cubano el deseo de que como pueblo figure en la fiesta de la independencia americana”
Sobre el tema, en otra parte del escrito, afirma Martí: “Podrán los gobiernos desconocernos: los pueblos tendrán siempre que amarnos y admirarnos”
Indignó mucho a Martí que el periódico La Colonia Española se refiriera, en tono despectivo, a nuestro símbolo patrio.
“Dice La Colonia que no vio en los Estados Unidos una sola banderita cubana. No banderita; ¡bandera! No pueblo imbécil que soporta un yugo más imbécil que él; pueblo altísimo que impone a los valientes, amigos o enemigos, respeto, amor y asombro. Dignísima bandera que cobija a un pueblo que cuenta siete años de grandezas; que tiene héroes activos y mártires errantes; a la que sobran brazos que la empuñen, que para ser más respetada es más infortunada; que para durar más tiempo tarda más tiempo en desplegarse. Honrar, honra
Como colofón, menciona el caso de New Orleans, donde los cubanos fueron agasajados y ocuparon un lugar de honor entre los participantes, como lo ocupó también la bandera cubana entre los estandartes. Este escrito martiano fue publicado por la Revista Universal, de México, el 8 de septiembre de 1876.
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