.Orlando Guevara Núñez
Esto es parte del “paraíso” que teníamos los cubanos antes del triunfo de la Revolución. Es lo que quieren devolvernos el imperio y la contrarrevolución. Para eso mienten, pagan mercenarios. Pero aquí estamos, de pie, defendiendo y engrandeciendo nuestra obra.
Había en Cuba 200 000 bohíos y chozas; 400 000 familias del campo y de la ciudad vivían hacinadas en barracones, cuarterías y solares sin las más elementales condiciones de higiene y salud.
. Unas 2 200 000 personas de la población urbana pagaban alquileres que absorbían entre un quinto y un tercio de sus ingresos; y 2 800 000 de nuestra población rural y suburbana carecían de luz eléctrica.
. En 1953, cifras ofrecidas por el Censo Nacional, sólo el 13% de las viviendas estaban conceptuadas como buenas; el 20% fueron catalogadas como aceptables, mientras que la categoría de regular abarcó al 21%; las clasificadas como malas llegaron al 32%, y el resto, casi un 15% fueron declaradas en estado ruinoso.
. Había 600 000 cubanos sin empleo a quienes se unían los 500 000 mil obreros del campo que solo trabajaban tres o cuatro meses al año, pasando el resto sin tener donde ganar su sustento.
. A la falta de empleo se unían los bajos salarios, los sistemas arbitrarios de pago en muchos casos basados en papeles que sustituían al dinero, al tiempo que la discriminación racial y de sexo marginaban y perjudicaban a cientos de miles de cubanos.
. Cada año llegaban a la edad del empleo unos 100 000 jóvenes, para los cuales no existían fuentes de trabajo. Así, en 1958, último año de la tiranía en el poder, más de 700 000 cubanos, una tercera parte de la población laboral, más del 45 por ciento en las zonas rurales, no tenía empleo permanente.
. La mujer era particularmente discriminada. En 1958, por ejemplo, solo estaban empleadas 194 000 de ellas, el 70 por ciento en labores domésticas. Cien mil mujeres tenían que ejercer la prostitución como medio de subsistencia.
.Antes del triunfo de la Revolución, sólo 37 900 trabajadores incrementaban la cifra de empleados cada año; en los primeros 17 años posteriores a 1958, el promedio fue de 82 300. En la primera década de la Revolución, casi un millón de cubanos encontró nuevos empleos.
Los causantes de estos males, salieron huyendo del país, con la esperanza de volver a recuperar sus privilegios. En Estados Unidos encontraron refugio y apoyo del gobierno. Ellos son parte del fracaso. Allá siguen esperando. En una espera que no terminará nunca.
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