.Orlando Guevara Núñez
Cuando José Martí escribió
esta aseveración  estaba hablando sobre
el Parlamento de Francia. La firmó el 17 de febrero de 1882 y fue
publicada  por el periódico venezolano La Opinión Nacional el siguiente 7  de marzo, 
Está hablando sobre las
maniobras  del  Parlamento para proteger intereses  particulares, es decir, poner el poder en
función no de la población, sino para lucros individuales,
“Un hombre alto –analiza- ha
de obrar altamente”. Y añade que ser gobernante de hombres, no ha de venir a
quedar en ser su cómplice. 
Los ejemplos con los cuales
ilustra su criterio, fundamentan  que no
es posible impartir justicia cuando se viola y cuando quienes tienen la
responsabilidad de dictar fallos, tienen los mismos defectos de aquellos  sobre 
quienes tienen la potestad de 
decidir.
Es claro su pensamiento de
que “Si se ha de deber el triunfo a
ocultaciones, a compraventa de decoro, a retaceos de la justicia, a
compadrazgos y comadrerías, sienta mejor a un hombre grandioso el honor de la
derrota que los regocijos del triunfo”
Y al final, otro pensamiento
martiano muy aleccionador: ¡Desconfían
de la humanidad los cobardes y los míseros! ¡Los hombres serán hermanos, en
tanto que los reúna la común contemplación de las obras hermosas!

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