sábado, 23 de septiembre de 2017

El mundo que Donald Trump pretende agravar.






 Fragmentos del discurso del canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, en la ONU.

Señor Presidente:

El pasado martes, el Presidente Donald Trump vino a convencernos de que uno de sus propósitos es promover la prosperidad de las naciones y de las personas.

Pero en el mundo real, ocho hombres poseen, en conjunto, la misma riqueza que los 3 mil 600 millones de seres humanos que integran la mitad más pobre de la humanidad.

En términos de facturación, 69 de las 100 mayores entidades del mundo son empresas trasnacionales, no Estados .Juntas, las diez mayores corporaciones del mundo tienen una facturación superior a los ingresos públicos de 180 países sumados  .

Son extremadamente pobres 700 millones de personas ; 21 millones son víctimas de trabajo forzoso; 5+ millones de niños murieron en 2015 antes de cumplir cinco años, por enfermedades prevenibles o curables ; 758 millones de adultos son analfabetos .

Ochocientos quince millones de personas padecen hambre crónica, decenas de millones más que en 2015. Dos mil millones están subalimentadas. De recuperarse el precario ritmo de disminución de los últimos años, ahora interrumpido, 653 millones de personas seguirán hambrientas en 2030 y no sería suficiente para erradicar el hambre en el 2050 .

Hay 22,5 millones de refugiados . Se agravan las tragedias humanitarias asociadas a los flujos de migrantes y su número crece en un orden económico y político internacional claramente injusto.

La construcción de muros y barreras, las leyes y medidas adoptadas para impedir las oleadas de refugiados y migrantes, han demostrado ser crueles e ineficaces. Proliferan políticas excluyentes y xenófobas que violan los derechos humanos de millones de personas y no resuelven los problemas del subdesarrollo, la pobreza y los conflictos, causas principales de la migración y la solicitud de refugio.

Los gastos militares ascienden a 1,7 millones de millones de dólares . Esa realidad contradice a quienes alegan que no hay recursos para acabar con la pobreza.

Pero la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible carece de medios de aplicación, por egoísmo y falta de voluntad política de los Estados Unidos y otros países industrializados.

¿Cuál es la receta milagrosa que nos recomienda el Presidente Trump, a falta de los flujos financieros del Plan Marshall? ¿Quiénes pondrán ahora los recursos para ello? ¿Cómo puede esto reconciliarse con la idea de los Presidentes Reagan hace décadas y Trump ahora, de “América First”?

Ignora y tergiversa la historia y presenta como objetivo una quimera. Los patrones de producción y consumo propios del capitalismo son insostenibles e irracionales y conducen, inexorablemente, a la destrucción del medioambiente y al fin de la especie humana.

¿Acaso pueden olvidarse las consecuencias del colonialismo, la esclavitud, el neocolonialismo y el imperialismo?

¿Las décadas de sanguinarias dictaduras militares en América Latina pueden presentarse como ejemplo de un capitalismo exitoso?

¿Alguien conoce recetas de capitalismo neoliberal mejor aplicadas que las que destruyeron las economías latinoamericanas en la década de los 80 ?

Es imprescindible e impostergable que las Naciones Unidas trabajen por establecer un nuevo orden económico internacional participativo, democrático, equitativo e incluyente, y una nueva arquitectura financiera que tomen en cuenta los derechos, necesidades y particularidades de los países en desarrollo y las asimetrías existentes en las finanzas y el comercio mundial, resultado de siglos de explotación y saqueo.

Los países industrializados tienen el deber moral, la responsabilidad histórica y cuentan con los medios financieros y tecnológicos suficientes para ello.

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