.Orlando Guevara Núñez
El 3 de mayo de 1958, convocada por el
máximo jefe guerrillero en la Sierra Maestra, Fidel Castro, sesionó la reunión de la Dirección Nacional
del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, en el lugar conocido como Altos de
Mompié. Los resultados de ese encuentro marcaron un hito en el desarrollo de la
lucha contra la tiranía batistiana, hasta la victoria del 1ro. de enero de
1959.
Allí se discutieron los errores
cometidos en la concepción y dirección de la Huelga del 9 de abril de ese año,
que condujeron a su fracaso. Y como se conoce, aprovechando ese revés, el
ejército de la dictadura lanzó sobre la Sierra Maestra la llamada Ofensiva de
Verano, con el fin de cercar y destruir la principal fuerza guerrillera, al
mando directo del Comandante Fidel Castro.
Fue una reunión donde primó un alto espíritu crítico que
condujo al análisis profundo de cada causa del fracaso. Y de cada análisis
salieron decisiones certeras, entre estas
los cambios en cargos de la Dirección Nacional del Movimiento y del carácter
del ejército guerrillero.
Una fundamental decisión fue la de unificar los
mandos de la Sierra y del Llano, bajo una misma jefatura. Fue el momento en que
Fidel Castro resulta nombrado Secretario General del Movimiento y Comandante en Jefe del Ejército Rebelde, nombre
que sustituye al de Ejército Revolucionario del Movimiento 26 de Julio, teniendo en cuenta que a sus filas
habían ingresado muchos combatientes no
militantes de esa organización. La decisión tenía un claro carácter
de unidad y expresaba el criterio de la
guerra como un fenómeno que trascendía
ya las fronteras de una sola organización.
¡Todos a rechazar la ofensiva militar de la tiranía!
Esa fue la estrategia. Todos les recursos de la Sierra y del llano debían
subordinarse a ese objetivo. Las direcciones del Movimiento 26 de Julio en la
clandestinidad y las milicias, quedaban
subordinadas a los mandos guerrilleros.
Tanto Faustino Pérez como René Ramos Latour,
relevados de sus cargos en el Movimiento
y las Milicias, respectivamente, fueron incorporados a la Sierra Maestra, con
el grado de Comandante.
Es oportuno aclarar que no fue desechada la
utilización de la huelga general, pero quedaba pendiente de una decisión en el
momento oportuno, el cual se produjo cuando en los umbrales del triunfo fue
convocada por Fidel, desde Palma Soriano, para hacer abortar la maniobra del
golpe de estado militar que en la capital cubana pretendió escamotear la
victoria rebelde.
De esa reunión salió nombrada Haydée Santamaría Cuadrado, combatiente del
Moncada, quien se desempeñaba como financiera del Movimiento a nivel nacional,
para asumir igual responsabilidad en el exterior, residiendo en Miami.
Sobre los participantes en la reunión de Altos de
Mompié, en su artículo Una
reunión decisiva, afirmó el Che:
“Aunque yo no pertenecía a la Dirección Nacional,
fui invitado a participar en ella a instancias de los compañeros Faustino Pérez
y René Ramos Latour (Daniel) a quienes
había hecho fuertes criticas anteriormente. Estábamos presentes, además de los
nombrados, Fidel, Vilma Espín (Débora en la clandestinidad), Ñico Torres, Luis
Busch, Celia Sánchez, Marcelo Fernández (Zoilo en aquella época), Haydée
Santamaría, David Salvador y a mediodía se nos unió Enzo Infante (Bruno).
Tanto el Che en el citado artículo, como Enzo
Infante, en artículo publicado en el periódico Granma, el 3 de mayo de 2013,
califican la reunión de Altos de Mompié como muy crítica, por momentos con
discusiones fuertes, pero al final primó la autoridad moral de Fidel, su
capacidad organizativa y su espíritu de
unidad. Fue aquella, en realidad, una significativa victoria rebelde en medio
de la lucha guerrillera.
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