.Orlando Guevara Núñez
La aspiración de Frank País de crear una organización
revolucionaria propia, con el objetivo de combatir a la dictadura batistiana,
se materializa a fines de 1954, con la fundación de Acción Revolucionaria
Oriental (ARO). Antes había aglutinado a un grupo de jóvenes en una pequeña
agrupación: Decisión Guiteras.
La tarea esencial consistía en obtener armas, recaudar fondos, captar nuevos
ingresos, sobre la base de una rigurosa selección y apartarse de toda actividad
pública contra el régimen, requisito que desde
meses antes estaba cumpliendo. La preparación militar iba junto a la
capacitación política.
La existencia de ARO fue efímera, no porque se
extinguiera, sino porque su proyección ganaba mayores dimensiones. Fueron
integrados jóvenes de otras provincias, principalmente de Camagüey y, al
trascender a Oriente, la organización pasó a denominarse Acción Nacional
Revolucionaria (ANR).
También a finales de 1954 se produce un hecho que influye
mucho en el pensamiento y las proyecciones de acción del joven dirigente Frank
País: llega a sus manos el texto de La historia me absolverá, sobre el
cual le diría a uno de sus más cercanos colaboradores, Enzo Infante Urivazo:
“ ¡Este es el programa de la
Revolución! Debes tratar de que todos los que forman tu célula lean La historia me absolverá, ¿Por qué
no te ocupas de reproducirla? Has todo lo que puedas, si no tienes papel, yo te
ayudo a conseguirlo”.
Como es conocido, Fidel
Castro, como consecuencia de la presión popular, es amnistiado el 15 de mayo de
1955, y marcha hacia el exilio en México el 7 de julio de ese mismo año. Pero
antes se produce un trascendente
acontecimiento: la creación del Movimiento Revolucionario 26 de Julio,
para dirigir la lucha.
Testimonia Armando Hart Dávalos, uno de los más destacados dirigentes
de la Revolución desde la etapa clandestina, que en esa reunión de constitución,
“Fidel señaló también que en Santiago de Cuba contábamos
con un compañero de grandes condiciones.
Recuerdo que antes que terminase la frase le dije: ¡Ese es Frank País! Efectivamente,
un compañero de tan extraordinarias condiciones en Oriente no podía ser otro
que Frank País, a quien ya yo conocía desde mi trabajo en el movimiento de García
Bárcena, que era el Movimiento Nacional Revolucionario”.
En el propio 1955, algunos
testimoniantes ubican en octubre ese hecho,
se crea en Santiago de Cuba la Dirección Provincial del Movimiento
Revolucionario 26 de Julio. Esta dirección estuvo encabezada por el moncadista
Léster Rodríguez Pérez como coordinador;
María Antonia Figueroa, responsable de finanzas; Gloria Cuadras de la Cruz, en
el frente de propaganda; Baudilio
Castellanos en Asuntos Legales; Ramón Álvarez
en el frente obrero y Frank País García quedaba como jefe de acción y
sabotaje.
La integración al Movimiento
Revolucionario 26 de Julio fue uno de los momentos que más
engrandecen la figura política y
revolucionaria de Frank País, cuando con un gesto altamente altruista y
patriótico, puso a disposición de Fidel Castro su organización, sus hombres, sus
armas y su propia persona.
En la primera invitación
para integrarse al Movimiento Revolucionario 26 de Julio, Frank no adoptó la
decisión de hacerlo. Hasta que tuvo la convicción sobre el carácter de esta organización, consultó
a sus jefes de grupos y aquilató la
talla de Fidel como dirigente revolucionario y su decisión de proseguir la
lucha armada hasta derrocar a la tiranía.
A partir de entonces, se
intensificarían los preparativos, Fidel en México y Frank País en Cuba, para el
desarrollo de los dos acontecimientos cuyo aniversario 60 estamos ya estamos conmemorando los
cubanos: el desembarco del Granma y levantamiento armado de Santiago de Cuba.
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