.Orlando Guevara Núñez
Poeta santiaguero, caribeño,
su corazón latía de un inmenso amor por esta ciudad. Ese sentimiento estuvo
presente en su obra poética, y más directamente en su Crónica de amor por
Santiago. En esta ciudad dejó su último aliento.
Ciudad mía y nuestra. Ciudad
que hiciste posible una historia de amor. En tus calles encontramos la
esperanza, no como una moneda, sino como la ternura. La historia ya escribió tu
nombre en el corazón de la tierra. Camino tus calles y camino tu recuerdo y me
encuentro con el tiempo. Es importante conversar con el tiempo. Así hablo con
José Martí y José María Heredia. Sindo Garay y Miguel Matamoros me saludan
desde la Casa de la Trova, porque el sol sabe que tú eres más que la luz. En tus
rincones viven escondidos los sueños de uno. Eres madre y hermana.
De tu vientre, donde juegan
las aguas del Caribe, nacieron las estrellas. Una de esas estrellas es Antonio
Maceo y otra Frank País. Ciudad que hiciste posible también el mar. Por ti cantan
los caracoles, con el perfume de todas las guitarras. Tú llevas a un trovador
en los ojos y tienes a un poeta en las montañas. Los pájaros existen por ti. Y
todos te amamos después de la muerte.
Cantarte es poco, lo que
hace falta es quererte siempre. Entregarte la sangre cuando haga falta. Eres
una paloma un alma vigilando la vida. Unica
ciudad del mundo donde la libertad palpita y crece, como una raíz, en
las manos de su gente. Es decir, sin ti la poesía sería una mentira.
Hay que cantarte para hacerte
feliz. Ahora mismo, cierro mis ojos y pongo mi
índice en el mapa del
universo, lo que señalo es tu belleza y lo que escucho es tu canción. Las
mariposas, las abejas y las flores saben que tú eres la culpable de la miel y
de esa costumbre que se llama recuerdo. Yo conozco la luna por ti y seré, tan
fiel como la sangre del hombre, heredero y guardián de tu tradición, de tu
memoria, de tu espejo que nos devuelve una imagen tan hermosa.
Te entregaste a la
Revolución y se hizo posible.
A tus mártires y a tus
héroes, a tus poetas y a tus trovadores, a tus periodistas y a tus hijos, que
fueron los que te fundaron, dicen que hace casi 500 años, les dedico esta
crónica de amor a ti, Santiago de Cuba, donde, dijo Martí, refiriéndose a
Heredia y a tu historia, las palmas son más altas.
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