. Orlando Guevara Núñez
Este 6 de octubre se cumplen 40 años del crimen de
Barbados, cuando un avión cubano fue saboteado en pleno vuelo, acabando con la
vida de 73 personas, 57 de ellas cubanas, 11 guyanesas 5 coreanas.
El dolor no ha terminado. Y allá, en el país que se
autoproclama campeón del antiterrorismo internacional, se pasea todavía uno de
los principales culpables de aquel holocausto. El gobierno de Obama no fue
culpable del sabotaje, pero lo adoptó, lo bautizó y sigue protegiendo a sus
autores.
El nombre de Luis Posada Carriles sigue siendo una mancha
para la dignidad del pueblo de los Estados Unidos, aunque él siga siendo
acogido allí como un héroe, sencillamente porque su crimen se cometió contra el
pueblo cubano.
Cuba sigue guardando luto por sus muertos queridos.
Wilfredo
Pérez Pérez, 36 años, piloto; Ángel Tomás Rodríguez, 36 años, jefe de
preparación técnica de Cubana de Aviación; Miguel Espinosa Cabrera, 47 años, copiloto;
Ernesto Machín Guzmán, 40 años, mecánico de aviación; Ramón J. Fernández Lefebre, 39 años, sobrecargo mayor de Cubana
de Aviación; Magaly Grave de Peralta
Ferrer, 33 años, aeromoza de vuelos internacionales; Moraima González Prieto,21
años, aeromoza de vuelos internacionales; Marlene González Arias,23 años, aeromoza
de vuelos internacionales, Silvia Marta Pereira Jorge, 28 años, aeromoza de
vuelos internacionales; Miriam Remedios de la Peña, 24 años, aeromoza de vuelos
internacionales.
No importaba quienes fueran. Las entrañas criminales de
las bestias, porque llamar personas a esos asesinos sería una ofensa a la
especie humana, solo estaban obsesionadas en un fin: matar.
La patria cubana no ha olvidado a ninguno de sus muertos.
Valentín
Ladrón de Guevara, 39 años, técnico de Cubana de Aviación; Armando Ramos Pagán,
38 años, piloto de Cubana de Aviación; Armando E. Armengol Alonso, 58 años,
piloto de Cubana de Aviación; Carlos T. Coquero Perdomo, 43 años, inspector de
seguridad aeronáutica; José Pestana González, 41 años, jefe de departamento de
Cubana de Aviación; Roberto G. Palacios Torres, 27 años, navegante de Cubana de
Aviación; Guillermo Valencia Guinot, 53 años, sobrecargo internacional; Eusebio
Sánchez Domínguez, 25 años, sobrecargo internacional; Lázaro Serrano Mérida, 32 años, sobrecargo
internacional; María Elena Rodríguez del
Rey Bocalandro, 28 años, aeromoza de vuelos internacionales.
El odio hacia Cuba es una enfermedad crónica en la mente
de los terroristas y asesinos amamantados por las autoridades de los Estados
Unidos. Piensan que matando cubanos matan ideas. Y lo que logran es que las ideas
se profundicen más en la conciencia del pueblo. Nuestros hermanos caídos,
multiplican nuestras convicciones, y sus nombres se erigen en nuevos
estandartes de lucha.
Lázaro
Otero Madruga, 34 años, inspector de ruta de Cubana de Aviación, Emilio
Castillo Castillo, 33 años, inspector de vuelos de Cubana de Aviación; Carlos
Cremata Trujillo, 41 años, despachador de vuelos de Cubana de Aviación; Martí
Suárez Sánchez, 30 años, supervisor de tráfico aéreo internacional; Tomás J
González Quintana,47 años, supervisor de control general de Cubana de Aviación;
Jorge de la Nuez Suárez, secretario del Partido en la Flota Camaronera del
Caribe; Ricardo Cabrera Fuentes, 23 años, atleta del Equipo Nacional de Sable; Leonardo
Mackenzie Grant, 22 años, atleta del Equipo Nacional de Florete; Luis E.
Morales Viego, 45 años, técnico del Equipo Nacional de Esgrima; Carlos M. Leyva
González, 19 años, atleta del Equipo Juvenil de Esgrima.
Hoy en Cuba, los nombres de sus hijos masacrados en aquel bárbaro crimen identifican
centros de trabajo y estudiantiles, donde las nuevas generaciones conocen su
historia, y los recuerdan e imitan no por
su trágica muerte, sino por su vida ejemplar.
Virgen
M. Felizola García, 17 años, atleta del Equipo Nacional de Florete; Ignacio
Martínez Gandía, 25 años, entrenador de sable del Equipo Nacional de Esgrima;
Inés Luaces Sánchez, 21 años, atleta del Equipo Nacional de Florete; Milagros
Peláez González, 21 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Jesús Gil
Pérez, técnico del Equipo Nacional de Esgrima; Nancy Uranga Romagosa, 22 años,
atleta del Equipo Nacional de Esgrima; José A. Arencibia Arredondo, 23 años,
atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Alberto Drake Crespo, 18 años, atleta
del Equipo Nacional de Sable; Cándido Muñoz Hernández, 20 años, atleta del
Equipo Nacional de Esgrima; Ramón Infante García, 27 años, atleta del Equipo
Nacional de Espada.
Al decir del poeta cubano Manuel Navarro Luna, hay
muertos que no caben en sus tumbas. En este caso, ni siquiera el ancho mar es
capaz de encerrarlos. Por eso vienen a la Patria en cada ola que llega a
nuestras costas.
Enrique
Figueredo del Valle, 19 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Juan Duany
González, 18 años, atleta del Equipo Nacional de Sable; Julio Herrera Aldama,
25 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Santiago E. Hayes Pérez, 30
años, entrenador del Equipo Nacional de Florete; Orlando López Fuentes, 34
años, entrenador del Equipo Nacional de Espada; Nelson Fernández Machado, 22
años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Jesús Méndez Silva, atleta del
Equipo Nacional de Florete; José A. Fernández Garzón, 19 años, atleta del
Equipo Nacional de Esgrima; Demetrio Alfonso González,44 años, Comisionado Nacional
de Tiro; Manuel Permuy Hernández,40 años, dirigente del Partido en el INDER.
Octubre 6 de 1976. Dolor de pueblo. Heridas incurables.
Odio saciados en personas inocentes. Luto en Cuba, regocijo entre la mafia contrarrevolucionaria,
en eterno maridaje con los gobiernos norteamericanos. Los nombres de nuestros
compañeros caídos, burlan sus ignotas tumbas y se levantan acusadoras contra
los criminales.
Manuel
A. Rodríguez Font, 46 años, funcionario de Cubana de Aviación en Barbados;
Julia Rosa Torres Álvarez, esposa del jefe de la Oficina de Cubana de Aviación
en Barbados, Jesús Rojo Quintana,33 años, funcionario de Cubana de Aviación; Argelio
Reyes Aguilar, director de la Flora
Camaronera del Caribe; Sonia Coto Rodríguez, 33 años, trabajadora de la Flota
Camaronera del Caribe; Alberto Mario Abréu Gil, 38 años, jefe de abastecimiento
de la Flota Camaronera del Caribe; Domingo Chacón Coello, 21 años, combatiente
del Ministerio del Interior.
Aquel fatídico día, Cuba compartió el dolor con otras
naciones. Once guyaneses y cinco coreanos perdieron la vida en el brutal
sabotaje. Ellos hicieron exclamar a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro:
“Hacia nuestros hermanos guyaneses y cubanos inmolados
ese día va también nuestro recuerdo más ferviente en estos instantes. Ellos nos
recuerdan que los crímenes del imperialismo no tienen fronteras, que todos
pertenecemos a la misma familia humana y que nuestra lucha es universal”.
A los 57 cubanos dedicamos hoy nuestra obra. En ellos nos
inspiramos cada día para los combates presentes y los que están por venir.
La impunidad continúa. Pero ante ella, repetimos las
palabras de Fidel, con vigencia para todos los tiempos: ¡Cuando un pueblo
enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!
No hay comentarios:
Publicar un comentario