. Orlando Guevara Núñez
Desde
que se iniciaron las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, el gobierno
norteamericano mantiene, con ropaje de desear beneficios para nuestro pueblo-
según Obama - el criminal bloqueo económico, comercial y financiero,
oficializado desde el 3 de febrero de 1962.
El
presidente de ese país reconoció el fracaso del bloqueo, pero lo mantiene.
Su hipócrita discurso en La Habana,
estuvo en función de su politica exterior, pues, si es inteligente, debe estar
convencido de su inutilidad en relación con el pueblo de Cuba
Hablar
de una democracia que su país no tiene, de unos derechos humanos de los cuales
es Estados Unidos el mayor violador tanto en su país como en disímiles
latitudes del mundo; hablar de oportunidades para los jóvenes y los niños,
vetadas para millones en Estados Unidos; hablar de libertad religiosa, de
libertad de expresión y otras “bondades” del capitalismo, es algo así como una
caricatura, más cuando se habla en un país donde esos derechos son proclamados y ejercidos por toda la población. Evidentemente, el
presidente norteamericano se equivocó de escenario.
El
gobierno norteamericano sigue destinando cientos de millones de dólares para
alentar la subversión en Cuba. Ahora trata de poner a internet al servicio de
esa sucia política. Piensan los gobernantes yanquis que las redes sociales
actúen como un ejército capaz de destruir a la Revolución cubana, con mentiras como proyectiles, y tratando de venderle
a los cubanos, como buenos, los patrones de su corrompida sociedad.
Vuelven,
con ese empeño, a equivocar el escenario. ¿Tratarán de convencer a nuestros
jóvenes de que renuncien a su derecho libre y gratuito al estudio, para
privatizar la educación y convertirla en privilegio de castas? ¿Querrán, acaso, proponerles que cambien todos
los derechos y los bienes que reciben de
la sociedad cubana para regresar al pasado capitalista?
A
nuestros campesinos, ¿pretenderán convencerlos de que devuelvan sus tierras a
los latifundistas y vuelvan al pasado de abandono, miseria, analfabetismo e
insalubridad de antes de 1959?
A
nuestros intelectuales, científicos, nuestros maestros, ¿qué podrán brindarle
los imperialistas, que no sea el oprobio, la falta de oportunidades y el
vasallaje de los gobiernos prerrevolucionarios?
¿Acaso
le pedirán que se revelen contra ellos mismos, contra sus propios intereses?
No
será la primera vez que planes tan infames y dementes fracasen. Los cubanos
estamos preparados para continuar engrandeciendo y defendiendo la Revolucion,
con bloqueo o sin bloqueo, con Estados Unidos como amigo o como enemigo. Ellos
seguirán poniendo el oprobio y la derrota, nosotros, la resistencia y la
victoria.
Cuba,
como lo han expresado Fidel, Raúl, como lo ha proclamado el Partido Comunista
de Cuba, seguirá siempre dispuesta al diálogo,pero sobre la base de los
principios y el respeto mutuo. Ya Obama reconoció el fracaso del bloqueo,
llegará el día en que él, o sus sucesores, tengan que reconocer también el
fracaso de aspirar a derrotar a la
Revolución cubana con otros métodos. Porque la Revolución es, sencillamente,
invencible.
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