miércoles, 6 de julio de 2016
Nuestro Fidel de siempre: Derrota de la muerte
.Orlando Guevara Núñez.-
Fidel tiene la virtud de ser el hombre más querido por su pueblo y millones de personas en el mundo, y más odiado por los enemigos de la Revolución. Virtud de ser odiado digo, porque ese odio es otra expresión de su grandeza como hombre y como dirigente revolucionario. Frente a esos enemigos, antes y después del triunfo de enero, Fidel ha expuesto su vida defendiendo la libertad, el honor, la dignidad y los principios de la nación cubana.
El odio de los enemigos no ha sido sólo expresado a través de las más groseras calumnias. Se cuentan por centenares los intentos de asesinarlo. La muerte ha estado cerca tambiën muchas veces por su valentía y su cualidad de estar siempre al frente de los combates por él convocados.
Desde su vida estudiantil, trataron de asesinarlo. Durante el asalto al Cuartel Moncada, al ordenar la retirada, se quedó cubriendo la retirada de sus compañeros; y llegó a estar solo, hasta que un auto de los asaltantes lo recogió y sacó del escenario del combate. Salvó su vida de forma asombrosa.
Al ser hecho prisionero, el 1ro. de agosto de 1953, ya en las montañas de La Gran Piedra, después del asalto, los soldados estuvieron a punto de asesinarlo, hecho que impidió el entonces teniente Pedro Sarría, jefe de la patrulla que lo perseguía. En ese momento fueron pronunciadas por este militar las palabras que le salvaron la vida: ¡Bajen esos fusiles, que las ideas no se matan! En el trayecto desde el lugar de la detención hasta Santiago de Cuba, un comandante de la dictadura quiso arrebatarle a Sarría los prisioneros, entre ellos a Fidel, con el fin de asesinarlos. Otra vez el honor se impuso al crimen. Estando preso en la Cárcel de Boniato, se frustró la orden de envenenarlo, resultado en el que influyó la vigilancia de los presos comunes de esa penal.
El 7 de julio de 1955, tras la amnistía, por presión popular, del 15 de mayo de ese año, tuvo que marchar hacia el exilio en México, pues no solo carecía de condiciones para proseguir la lucha, sino que también su vida estaba en peligro.
Ya en el país azteca, pistoleros al servicio de la dictadura batistiana no pudieron cumplir su misión de asesinarlo. A partir del 5 de diciembre de 1956, a solo tres días del desembarco del Granma, estuvo muy cerca de perder la vida. Junto al también expedicionario Faustino Pérez, tuvo que permanecer más de otros tres días acostado en el suelo, cubierto con paja de caña, protegiéndose contra la presencia de los soldados enemigos, los bombardeos aéreos y la metralla. Cuenta Faustino que durante esa odisea, Fidel le hablaba sobre los plane futuros de la Revolución. Y permanecía con el cañón de su fusil apoyado en la barbilla, dispuesto a morir antes que rendirse.
Ya en la Sierra Maestra, en una ocasión durmió, tapado con una misma manta, junto a un traidor portador de una pistola lista para asesinarlo. El valor no le alcanzó al desertor para cumplir su misión pactada con los esbirros batistianos. Una vez llegó a la Sierra Maestra un expolicía batistiano, quien había estado en México con la tarea de eliminar a Fidel. Ahora llegó hasta donde estaba el jefe revolucionario,con idéntica misión; pero la perspicacia del jefe guerrillero lo descubrió.
Durante sus visitas a Chile, Venezuela y Panamá, por solo citar tres ejemplos, fueron frustrados intentos de asesinato contra el lider revolucionario cubano. En el primero de estos casos, una pistola oculta en una cámara de televisión, no fue accionada por la mano del encargado de ejecutar el crimen. El miedo se impuso.
Datos publicados, pero no por todos conocidos, testifican que el maridaje gobiernos de Estados Unidos, Agencia Central de Inteligencia (CIA) y mafia contrarrevolucionaria, principalmente la radicada en Miami, han organizado, que se conozca, la tenebrosa cifra de 637 intentos de asesinato contra Fidel.
El gobierno de Ronald Reagan, con 197 intentos, está señalado ante la historia como el presidente de Estados Unidos que más veces ha apañado el intento de matar a otro jefe de Estado, en este caso al nuestro. La “medalla de Plata”, en esta siniestra carrera, le pertenece a Richard Nixon, con 184. Bush (Padre) marca el último peldaño con 21 tentativas de asesinar a Fidel. La desvergüenza, de todas formas, está bastante repartida.
Fidel expuso su vida durante su incursión por las bravías aguas de los ríos crecidos durante el ciclón Flora. Lo hizo durante la invasión mercenaria de Playa Girón, dirigiendo personalmente las operaciones, compartiendo con su pueblo la presencia en los lugares de mayor peligro.
El imperialismo y sus cómplices han mentido infinidad de veces, publicando la falsa noticia sobre la muerte de Fidel. Engañoso y brutal consuelo, ante lo que no han podido convertir en verdad.
El domingo 2 de diciembre de 1956, en ocasión de estarse celebrando en cuba la reunión anual de Estaciones CIA en América Latina, el jefe CIA para esta área se dirigió a los presentes:
“Nuestro amigo, el presidente Batista, me acaba de llamar para informarme que una lancha en la que iba un grupo de hombres ha sido hundida en aguas de la provincia de Oriente cuando trataban de desembarcar.Los pocos supervivientes están siendo localizados por el ejército y la fuerza aérea”
“Batista me ha dicho que el jefe del grupo expedicionrio es un antiguo agitador estudiantil de la Universidad de La Habana, llamado Fidel Castro, que se encuentra entre los muertos” El texto Lucharemos hasta el final, de Rolando Dávila, recoge ese testimonio.
Pocos días después, la dictadura, tratando de “matar a un muerto”, cuyo deceso había publicado, emitía la siguiente nota para las zonas aledañas al desembarco:
A todo el que pueda interesar
Por este medio se hace saber que toda persona que facilite una información que conduzca al éxito de una operación contra cualquier núcleo rebelde comandado por Fidel Castro, Raúl Castro, Crescencio Pérez, Guillermo González o cualquier otro cabecilla, será gratificado de acuerdo con la importancia de la información, bien entendido que nunca será menor de $ 5 000 hasta $100 000 correspondiendo esta última cantidad o sea $100 000 por la cabeza de Fidel Castro.
Nota: El nombre del informante no será nunca invocado.
Evidentemente, al mencionar a Guillermo González se refieren a Guillermo García Frías, hoy Comandante de la Revolución.
Ese llamado a la traición no pudo evitar que los revolucionarios recibieran la solidaridad y apoyo de los campesinos de la zona, quienes los buscaron, encontraron a muchos de ellos, los protegieron y los salvaron del crimen. Celia Sánchez Manduley, cumplió bien esa misión, encomendada por el héroe de la lucha clandestina, Frank País García.
Fidel llegará, este 13 de agosto, a los 90 años de vida. Una vida que el crimen no ha podido segar. Porque ni la propia muerte podrá hacerlo. Fidel es un símbolo de derrota de la muerte. Nadie mejor que nuestro Héroe Nacional, José Martí, para definir ese hecho: La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida; truécase en polvo el cráneo pensador, pero viven perpetuamente, y fructifican, las ideas que en él se elaboraron”.
Ese es nuestro Fidel de siempre.
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