.Orlando
Guevara Núñez
Anoche,
3 de marzo, los vecinos de mi cuadra nos
reunimos para ejercer uno de los derechos que nos ofrece el sistema electoral
cubano: elegir a los candidatos a Delegados de nuestra circunscripción. Como es
característica en este proceso, ni postulaciones previas de alguien, ni auto postulaciones.
La
decisión de los electores es soberana. Todos los electores con derecho al voto
pueden ser propuestos y electos, sin distinción de su posición económica,
social, sexo, credo, color. La masa es quien propone y elige.
Elegimos
a nuestro candidato. Ahora, otras áreas harán lo mismo. Luego iremos a las
elecciones, con un mínimo de dos candidatos para elegir a nuestro Delegado, es
decir, a nuestro representante en la Asamblea Municipal del Poder Popular. Lo
haremos mediante el voto directo y secreto.
Quien
resulte electo, tendrá derecho a ser nominado y elegido en otros niveles de la
provincia y del país.
El
caso de nuestra circunscripción es una reafirmación de esa verdad. Una de
nuestras delegadas, Julia Mustelier Mustelier, enfermera, llegó a ser integrante de la
Asamblea Provincial del Poder Popular y Diputada a la Asamblea Nacional. Otro
delegado, Bartolo González Ramírez, también fue electo para la Asamblea
Provincial y durante dos mandatos fue Diputado. Una tercera delegada, Juana
Montero Pérez, también fue electa como integrante de la Asamblea Provincial.
Todos
ocuparon esos cargos por sus meritos. Ninguno aspiró a ocuparlos, pero el
pueblo, reconociéndolos entre los mejores y más capaces, los elevó a esos
sitiales.
Así,
mientras que en diversas partes del mundo, en países auto nombrados
democráticos, la nominación electoral la hacen los partidos políticos y son
escogidos, como condición, los poseedores de grandes riquezas, los cubanos
escogemos a quienes mejor puedan representarnos en los niveles de gobierno del
cual somos una parte activa.
El
Delegado que elijamos en las próximas elecciones, nos rendirá cuenta
periódicamente de su gestión. Y estamos en el derecho, si no cumpliera el
mandato que le otorgamos, de sustituirlo. Esa es nuestra democracia. La que
tenemos y queremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario